Hace ya varios años el gobierno del cholo sano y sagrado reunió a un grupo de profesionales caviares para que elaboren el documento denominado informe de la Comisión de la Verdad. Varias veces he intentado hacer ver que el contenido de este documento es un suculento canto a la mentira. Quiero contar un poco lo que ha pasado en otros países como la Argentina, en donde dos personas en las antípodas han opinado al respecto de la tal llamada Comisión de la Verdad con el informe Sábato.
Según relata Luis Labraña, un exmilitante montonero, aseguró que él inventó la cifra de 30,000 desaparecidos en Argentina y que fue una mentira necesaria para que las madres de mayo pudieran solventar gastos y tener una casa propia, lo dijo el 19 de agosto del 2021 a 41 años del golpe de estado de la llamada dictadura cívico militar y 38 de vuelta la democracia. Luis Labraña es militante montonero y en sus declaraciones se considera como un ciudadano que alguna vez tomó las armas y que fuera comisionado por sus compañeros de aventura para viajar a Ginebra, en donde presentó el número de desaparecidos como de 30,000 personas. Relata el señor Labraña haber arribado a Ámsterdam únicamente con la cifra de 4,000 y pico de casos de personas desaparecidas y que necesitaban las madres de mayo dinero para solventar sus gastos y sus compras de casas, querían presentar un genocidio a los holandeses en Ámsterdam, una ciudad de amplia colonia judía que tenía en la fibra esta figura. Lo que hicimos fue levantar la cifra que oficialmente llegó a ser de 8,000 8,300 muertos o desaparecidos a 30,000 a su sugerencia.
Hacen unos días apareció en el Facebook la figura de la señora Fabiana Picciarelli declarando que como madre de mayo ella sentía vergüenza y no participaría en las manifestaciones a pesar de que un hijo suyo había desaparecido, puesto que consideraba que esto era una gran mentira inventada para obtener dinero.
Recientemente, hace dos semanas el señor José Dangelo autor de “Las mentiras de tus muertos” publica en su libro, que tengo en mi poder, la estafa de los desaparecidos. Este libro reafirma lo dicho por Labraña y la señora Picciarelli. Con profundidad y datos confirma esto.
También tengo en mi poder un libro escrito por el Capitán Oscar Platero, militar guatemalteco, cuyo título es “La farsa del genocidio en Guatemala” de características similares al libro anterior, en donde se ve la penetración de la iglesia católica, particularmente la congregación jesuita, en la elaboración y conducción de esta estafa.
En el caso de Perú la cosa es más complicada. Siendo el suscrito Vicepresidente de la República solicité a APCI (Agencia Peruana de Cooperación Internacional) conducida en ese momento por un caviar muy conocido, el señor Agustín Haya de la Torre, hijo del mismo partido que Javier Diez Canseco, nos presente un resumen de las ONGs que operan en el Perú y nos entregase la relación oficial registrada de los muertos y desaparecidos en la guerra contra el Terrorismo. Su respuesta, que también la tengo documentada, fue que los muertos y desaparecidos en el Perú fueron alrededor de 26,500 contabilizados con nombre y apellido.
¿Cómo se llegó a la cifra de los 70,000 por la Comisión de la Verdad que manejaba el señor Lerner? Es obvio que emplearon el mismo procedimiento de inflar cifras, tal cual lo hicieron los argentinos y los guatemaltecos, con el apoyo de caviares y las ONGs de esa tendencia.
Perteneciendo a la Comisión de Defensa Nacional y Orden Interno del Congreso solicité la presencia del señor Lerner, ex presidente de la Comisión de la Verdad, y en una sesión especial explicara cómo de esa cifra de 26,000 había pasado a 70,000. También le hice reconocer la fórmula del doctor Ball que él había empleado y que se usaba en el IMARPE para hacer los informes de anchoveta que remitíamos al Ministro de Pesquería, donde decíamos siempre a pie de página que había un margen de error de entre el 20 y del 30%. El señor Lerner estuvo acompañado por el señor Degregory y al final reconocieron que podía haber alrededor un margen de 4 al 5% de error, pero no más, a lo cual yo le replique, estamos hablando de seres humanos no de anchovetas, serían entonces entre 3,500 o 4,200 personas.
Jamás el señor Lerner aclaró esta figura públicamente. Yo creo que si él tiene la relación de los casi 44,000 muertos virtuales, para estar con la moda de la palabra, debía darla y si no ratificar o rectificar tamaño error, puesto que es la columna vertebral del informe de la Comisión de la Verdad y por el cual numerosos oficiales y personal subalterno de las Fuerzas Armadas y PNP se encuentran procesados por delitos de lesa humanidad, que en el momento de los hechos no existían siquiera en nuestro ordenamiento jurídico, puesto que recién entraron en vigencia el año 2003 con el estatuto de Roma. Sus efectos no son retroactivos, no pueden hacer eso. ¿Piensan que si rectifica se le cae el informe? Si lo hacen yo no tendría ningún problema en rectificar estas apreciaciones. Espero que ustedes, todos los integrantes de la Comisión de la Verdad que aún viven, sean conscientes de que hay gente que está pagando hasta el día de hoy gran parte de los errores “no vinculantes” que se produjeron en esa comisión.
(*) Vicealmirante AP en retiro y exvicepresidente de la República.