Por César David Gallo Lale / Drogas y narcotráfico

por | Abr 1, 2023 | Opinión

César David Gallo Lale

Drogas y narcotráfico. Un problema de nunca acabar ni controlar en el Perú. Y es que el problema en tan complejo que involucra a los principales Ministerios del Ejecutivo y a casi todos los estamentos del Estado incluyendo a la ciudadanía y autoridades regionales, empezando por el Ministerio de Educación que debe de tener y proyectar sus programas educativos en todos los niveles, para crear conciencia en los niños y en la juventud de lo que significan las drogas  y el daño que produce involucrarse en este flagelo; seguido y en concordancia con el Ministerio de Salud con un  plan orientado a la prevención,  tratamiento y cura de la adicción para  aquellas personas que de una u otra manera se encuentran por ingresar o ya están inmersos en los diferentes niveles de consumo y adicción; continuado de una estrategia realizada por el Ministerio de Agricultura que determine la sustitución de cultivos de la hoja de coca, marihuana y amapola en el país por productos que dignifiquen a los campesinos y sean fáciles de plantar y cosechar  y a la vez tan rentables como las plantas alucinógenas, esto aunado a la acción del Ministerio de Transportes y Comunicaciones para el establecimiento de las vías de comunicación y medios respectivos con el fin de trasladar,  exportar y comercializar sus cosechas para el beneficio propio de los agricultores.

A todo lo anterior debe de seguir una etapa de represión férrea de acción conjunta y continua por parte de los ministerios de Defensa y del Interior a través de los Servicios de Inteligencia, Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Policía Nacional y Fuerzas Armadas en los puertos, aeropuertos, y todos los puestos de control fronterizos terrestres de migraciones, así como un patrullaje continuo por tierra, mar, aire, fluvial y lacustre, además de una acción judicial eficaz que detenga este mal endémico que tanto daño hace al país y a su sociedad. Como sabemos, los países en la región están considerados según su actividad como productores, procesadores, acopiadores, de tránsito y consumidores, finalmente la actividad de la comercialización concluye en el delito de lavado de activos a través de mafias organizadas en diversas  grandes naciones. El Ministerio de Relaciones Exteriores tendría la responsabilidad de coordinar con los países extranjeros las acciones, convenios, tratados e intercambios de información que se puedan dar para obtener relaciones armónicas con resultados fructíferos para todos en esta gran lucha que afecta a toda la humanidad.

El Perú está considerado como  productor, procesador y consumidor a baja escala, pero las mafias con el dinero mal habido incentivan el terrorismo, la subversión, bandas delincuenciales, sicariato y todo negocio ilícito para desestabilizar el gobierno y sembrar el caos en el país y hacerle el juego al Comunismo del Siglo XXI y lo que promueve el Foro de Sao Pablo y el Grupo Puebla, así como los países de la región  Cuba, Venezuela, Bolivia, Argentina, Chile entre otros ya en manos del comunismo, con el objeto de desestabilizar al país.

Ante esta situación el gobierno debería de implementar un organismo centralizado que aglutine a todos los representantes seleccionados de los ministerios y entidades ya mencionadas  con representantes en cada región, principalmente las más afectadas por este flagelo, el mismo que debería de estar liderado por una persona con amplio conocimiento del tema nacional e internacional, con plenos poderes para tomar decisiones al respecto y que dependa directamente del Presidente de la República y del Primer Ministro para supervisar y controlar los avances que se den en los diferentes sectores y campos en que se actúa.

Los cultivos ilegales en los últimos tiempos se han triplicado en el país y las áreas cultivadas sobrepasan las 10 mil hectáreas y los narcotraficantes dominan las zonas a través del terror, amenazas y asesinatos de indígenas y agricultores. Las áreas de gran movimiento se encuentran en los valles de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), Huánuco y Ucayali. Solo en el 2022 las Fuerzas del Orden PNP y FFAA con la ayuda de imágenes satelitales, han destruido en todo el país 64 narco pistas, las rutas aéreas identificadas tienen como destino Bolivia y Brasil para el traslado de drogas y otros insumos ilegales, los narcotraficantes tienen gran capacidad de reconstrucción de las pistas destruidas y vuelven a usarlas o construyen otras en diferentes lugares para la operación de sus avionetas.

Urge replantear la Estrategia de lucha contra las Drogas y el Narcotráfico de manera integral donde todos los estamentos del estado hagan su labor en forma paralela y coordinada bajo un solo organismo que planee, organice, dirija, supervise y controle todas las acciones, previo equipamiento de la PNP y FFAA que tienen la tarea más difícil y peligrosa “La Represión” que es el enfrentamiento directo contra los delincuentes. En los años 90, la Fuerza Aérea se encargaba de la Interceptación de las avionetas en acciones combinadas con la USAF y tenía controlada el principal medio con que actúan los narcotraficantes hoy en día también y con eso se limitaba el medio principal de acción de los delincuentes, además que en forma conjunta con las fuerzas del orden se destruían en forma sistemática las pistas y campamentos, los  mismos que repercuten en todas las demás variables que intervienen en este flagelo que está destrozando a nuestro país en todo sentido como ya lo hemos explicado. En la actualidad el Perú pertenece a la comunidad de los países que tienen satélites en órbita, la tecnología ha avanzado mucho más  y es más fácil la ubicación e interceptación en cualquier lugar.

¿Cuándo comenzamos entonces a luchar de nuevo contra el Narcotráfico?

Por aquello que amamos, paremos las drogas y el narcotráfico en el Perú.

(*) Teniente General FAP en retiro


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