El abandono de Kuélap por parte del Ministerio de Cultura y por los gobiernos locales, es un tema que ha generado preocupación y críticas en los últimos meses. Desde que ocurrió el derrumbe se intentó poner paños fríos a la mediocre gestión de conservación en la fortaleza construida por los Chachapoyas.
El 12 de febrero de 2022, el Ministerio de Cultura declaró en emergencia a Kuélap, pero desde esa fecha solo se hicieron falsas promesas y una gran cantidad de fotografías para intentar decirnos que están trabajando. El domingo 10 de abril de 2022, el exministro de Cultura Alejandro Salas Zegarra, reportó que una parte del muro del complejo de Kuélap había colapsado tras identificarse daños en la infraestructura interna por un problema relacionado con la humedad. Ha pasado un año y todo sigue igual. Lo único nuevo es un cartel impreso colocado en la parte del derrumbe que intenta tapar la indiferencia y mediocridad de las autoridades del Ministerio de Cultura y del gobierno regional de Amazonas.
En la gestión de Kuélap siempre se criticó la falta de inversión en la conservación y mantenimiento del sitio arqueológico. No solo la infraestructura colapsó, también hay temas negativos que se siguen arrastrando, uno de ellos es el pésimo servicio para los visitantes, la falta de señalización, poca información y no cuenta con los suficientes servicios básicos. A esto se suma la falta de personal y recursos para la vigilancia y protección de nuestro patrimonio arqueológico.
Desde Chachapoyas, Jorge Tinoco nos dice: “El turismo está muriendo, nuestra región ya no es la misma desde que Kuélap resultó herida, desde que un grupo de profesionales desarmaron las piedras del acceso uno y lo dejaron amontonadas al ingreso dando mal aspecto a nuestros visitantes, desde que pusieron una gigantografía para tapar su incapacidad; gracias también a la desidia de algunas autoridades que solo aprovecharon el momento para las fotos”.
La impotencia que genera la incapacidad del Ministerio de Cultura, es entendible, porque en el MINCUL los que ahora ocupan los altos cargos son los mismos reciclados de siempre, ellos jamás hicieron algo por proteger y conversar nuestro patrimonio. Una muestra de eso es la actual ministra de Cultura Leslie Urtega, quien antes de ocupar el despacho ministerial fue viceministra de Patrimonio e industrias culturales, y antes de ser viceministra ocupó el cargo de Directora de la Dirección General de Defensa del Patrimonio Cultural.
Pues sucede que, según las investigaciones en los informes de la Contraloría, en la gestión de Leslie Urteaga, se omitió sistemáticamente la protección del patrimonio e inclusive no se realizó el cobro de las multas. Es decir, se benefició a los destructores de nuestro patrimonio arquitectónico.
Han pasado 12 días desde que solicité una entrevista con la ministra Leslie Urteaga, desde la oficina de comunicaciones del Ministerio de Cultura me dicen que están coordinando y que próximamente me confirmarán. Espero que la ministra no se corra, ya que hay varios temas para hablar. Recordemos que el ministerio de Cultura mantiene bajo su administración al MUNA, LUM, Biblioteca Nacional, Archivo General y IRTP. Lamentablemente en todos estos lugares existen graves denuncias.
(*) Periodista y director de Lima Gris