Arendra Damodardas Modi, Primer ministro de la India, desde mayo del 2014 es un artífice de lo que parece será una superpotencia en un lapso no muy prolongado.
El FMI indica que India contribuirá con el 15% del crecimiento mundial en 2023 y hace poco reemplaza a China como la nación más poblada del mundo con 1.425.775.850 personas. Se piensa que Modi, ha despertado a un gigante dormido». Es venerado por el 78% de sus compatriotas y en el 2022 tuvo un PBI de 6.8%
Morgan Stanley ha dicho que la «década de la India» apenas comienza. La Cancillería China resto importancia al tema y señaló que a la hora de juzgar el “dividendo demográfico” de un país hay que observar no sólo el tamaño de la población, sino también su calidad
Es el país más poblado de la tierra, la mayor democracia del mundo y uno de los diez estados con mayor presupuesto militar, incluyendo, por cierto, un destacado arsenal nuclear, en términos políticos es un país desconocido, tal vez por su pobreza, a pesar de ser la séptima mayor economía del mundo.
La comparación con la otra gran potencia demográfica del mundo, China, es una buena muestra del pobre rendimiento que la economía del país ha tenido en las últimas décadas. Si en 1991 el PBI per cápita de la India era superior al de China, hoy, apenas 25 años más tarde, el PBI per cápita chino es cinco veces superior.
CAMBIO NOTABLE
Laura Höflinger en Bangalore, para Dier Spigel, hace un extenso artículo señalando que a pesar de que la economía mundial está tropezando, India se ha mantenido estable. Alude al multimillonario Nandan Nilekani quien sostiene: «Todas las piezas del rompecabezas están cayendo en su lugar».
Hay en la ciudad quien apenas saben leer o escribir, pero cuyas hijas estudian ingeniería, informática o matemáticas. Hay innumerables aldeas, de millones, donde la gente todavía cocina con combustibles sólidos y donde los caminos se convierten en un pantano fangoso durante la temporada de lluvias. Nilekani cree que la tecnología es la clave para resolver los mayores problemas que enfrenta la humanidad.
LOS LOGROS
El gobierno ha logrado un progreso significativo hacia ese objetivo: más de 400 millones de hindúes han escapado de la pobreza en los últimos 20 años. Y al primer Ministro Modi, Modi le gusta actuar como si solo él fuera responsable de esa tendencia y vaya que es archi famoso. Y da la casualidad de que encarna la esperanza y ha convencido a su país de que India solo puede volver a la grandeza pasada bajo su liderazgo, a una época anterior a la llegada de los británicos, que succionaron el país durante 200 años.
Pero Modi, está convencido de que la India debe permanecer fiel a los valores de una antigua civilización hindú. Incluso está utilizando su actual presidencia del G-20 para promover su narrativa del renacimiento de la India.
Carteles con su rostro están colgados en todas partes junto con estadísticas que atestiguan el éxito del país.
SIEMPRE HAY UN PERO
Sin embargo, no todos los números reflejan la realidad, y no todos los éxitos han sido el resultado de sus iniciativas. Sin embargo, ha demostrado ser experto en su implementación.
Las carreteras que han estado sumidas en la etapa de planificación durante años finalmente se están construyendo.
Nuevos trenes de alta velocidad van de ciudad en ciudad. Alrededor de 80 nuevos aeropuertos se construirán en los próximos años.
El gobierno, según Nilekani, tiene un mejor manejo de la economía, y la nueva combinación de infraestructura física y digital, cree, se combinará para producir un enorme crecimiento.
Además, dice: «La gran fortaleza de la India es la debilidad de China». Varias grandes corporaciones se centran en diversificar sus cadenas de suministro. Apple ahora tiene presencia en India. Otros, cree, seguirán. «Todo se está uniendo. Esta vez, es real».
HECHO EN LA INDIA
«Hecho en China» se está transformando en «Hecho en India». pues ya es el hogar de fuertes industrias. Pero nunca fue la fábrica del mundo de la misma manera que China lo ha sido en las últimas décadas.
Las empresas extranjeras pueden haber valorado que la India es una democracia, pero sin embargo desconfiaban de trasladar las instalaciones de producción al país debido a su pobre infraestructura y burocracia kafkiana. En estos días, sin embargo, India es vista como un socio confiable, mientras que la imagen de China se ha empañado, y muchos consideran que Beijing es impredecible.
Y en respuesta, un gran número de empresas se apresuran repentinamente a encontrar alternativas a sus fábricas en China. El gobierno indio ha establecido un programa de subsidios multimillonario para atraer a empresas interesadas en producir cosas como semiconductores, baterías y teléfonos móviles, un plan que ha sido elogiado incluso por economistas críticos.
VARIOS CRÍTICOS
Pero no todos están convencidos de este brillante futuro. «No hay inevitabilidad, no hay una línea recta de causalidad, desde el declive de China hasta el ascenso de la India», escribieron los economistas Arvind Subramanian y Josh Felman en un artículo de diciembre para Foreign Affairs.
En aquel entonces, el 15 de agosto de 1947, el día en que la India «despertó a la vida y la libertad», muchos pensaron que la nueva república tendría una vida corta. Era demasiado pobre, dijeron, hogar de demasiadas religiones y etnias. Ni siquiera podía ponerse de acuerdo sobre un lenguaje común.
El estadista británico Winston Churchill dijo que India «no es más una nación unida que el Ecuador», y predijo que fracasaría rápidamente.
Hoy, la economía india ha dejado a los británicos en el polvo. Las fábricas de acero del país se encuentran entre las más grandes del mundo, y más del 50% de todos los niños del mundo que recibirán al menos una vacuna producida en la India durante su vida. Es probable que se convierta en la tercera economía más grande del mundo detrás de Estados Unidos y China,
Aquí el link del articulo: https://www.spiegel.de/international/world/a-new-superpower-india-s-economic-rise-holds-promise-for-the-country-and-beyond-a-571ffca0-0e1f-4f12-b66e-336da385e60d
ADEMÁS DE TODO
Al hacer frente a las invasiones territoriales chinas, India ha desafiado abiertamente el expansionismo de Xi Jinping de una manera que ninguna otra potencia mundial lo ha hecho.
El actual estancamiento militar en el Himalaya sirve como otro recordatorio de que Xi ha elegido una pelea fronteriza con India que no puede ganar.
