Kenneth Rogoff, de la Universidad de Harvard, alerta sobre el descuido de los EEUU por América Latina.
Refiere que en 1982, el presidente Ronald Reagan, luego de una gira por la región, dijo que estaba «sorprendido» al descubrir que América del Sur está formada por múltiples países individuales y que su población era de 430 millones.
Como la región tiene minería, tierras agrícolas y mitad de la selva tropical; China está muy interesada en ella y pese a que la Administración Biden quiere frenar las ambiciones geopolíticas de ese país, casi no ha hecho nada por ello, pese al rol de América del Sur en el cambio climático.
China ha ampliado significativamente su huella económica en América del Sur, superando a Estados Unidos como el mayor socio comercial del continente. Recientemente, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva pidió a Estados Unidos que dejara de «alentar» la guerra en Ucrania.
Rogoff admite que China no es la influencia puramente maligna como fue la Unión Soviética.
Paga bien por los recursos que adquiere de América del Sur, y es un importante prestamista, proporcionando a los países endeudados un financiamiento necesario, aunque con poca consideración a las directrices anticorrupción en las que insisten el Banco Mundial y el FMI.
China no ha instigado golpes de Estado como lo ha hecho Estados Unidos en múltiples ocasiones.
Pero si ha hecho problemas, por ejemplo, con el insaciable apetito del país por la soja lo que ha sido uno de los principales impulsores de la deforestación en Brasil y la pérdida de tierras de pastoreo en Argentina; amén de la creciente necesidad de agua, pesca y otras inversiones en materias primas.
Brasil es muy importante para el clima y preservar las selvas tropicales. Pero para China, lograr cero emisiones netas y reducir la huella de carbono de América del Sur no están entre sus principales prioridades.
China se ha acercado a la Argentina y Venezuela, Y el giro a la izquierda en todo el continente podría resultar en políticas exteriores que no estén alineadas con los intereses estadounidenses.
La administración Biden no puede seguir descuidando al continente, tan importante para la transición verde y una muestra es lo de Bolivia que tiene peleas entre Evo Morales y quien fue su ministro y ahora presidente Arce.
No tienen dólares en el sistema bancario, el gobierno quiere monetizar las reservas de oro pero no le aprueban aún la ley que tuvo el ok en diputados y hay ya bancos en problemas.