Con una inversión de 2,2 millones de euros
El Reino de Marruecos entró de pleno en la era de la alta velocidad ferroviaria. El Rey Mohammed VI ha inaugurado este jueves la primera línea del tren más rápido del continente africano, bautizado “El Borak”.
Con una inversión de aproximadamente 2,2 mil millones de euros, esta nueva obra se enmarca dentro de las estrategias implementadas por el monarca marroquí, desde su acceso al trono, con la finalidad de modernizar y repotenciar las distintas infraestructuras del país, convirtiéndose Marruecos en país pionero en África y el mundo árabe en materia de conectividad aérea, vial, marítima y ferroviaria.
Con una velocidad máxima de 357 kph, “El Borak” coloca a Marruecos en el 9° puesto del mundo con respecto a la velocidad máxima alcanzada sobre Líneas de Alta Velocidad, integrando así el top 10 mundial de alta velocidad en líneas ferroviarias.
Asimismo, Marruecos entra desde este jueves al club exclusivo de los 18 países del mundo en implementar esta solución de transporte masivo de gran impacto sobre la actividad económica, la movilidad humana y el turismo.
Debiendo extenderse próximamente a otras ciudades, la primera línea del Tren de Alta Velocidad de Marruecos conecta los dos polos económicos más dinámicos del país reduciendo el tiempo de viaje entre Tánger y Casablanca a 2 horas en vez de casi 5 horas.
Una apuesta por la modernidad
Lejos de ser una iniciativa aislada, el Tren de Alta Velocidad marroquí viene a formar parte de una serie de megaproyectos intercomplementarios impulsados por una ambiciosa visión real, cuya finalidad es mejorar la conectividad en varios ámbitos, al servicio de un auge económico que le permite a Marruecos destacar como economía creciente, sostenible y sólida.
Situándose a la cabeza de los países africanos, desde ya marzo 2015, Marruecos había escalado en pocos años del puesto 86 al 16° puesto mundial en conectividad marítima gracias a la construcción y puesta en marcha del terminal portuario Tanger-Med. Implementada en Tánger, que acoge la primera zona franca industrial del África, alberga la mayor industria automovilística del continente y constituye el punto de partida de “El Borak”, la mega obra de Tanger-Med responde a estándares internacionales y dispone de una capacidad final estimada a aproximado 9 millones de contenedores y 7 millones de pasajeros.
Indispensable para el desarrollo económico, la conectividad vial no se ha quedado atrás en las estrategias de largo plazo impulsadas por el Reino de Marruecos que dispone actualmente de una red vial de 57334 km. Con 1800 km de autovías construidas según estándares internacionales, Marruecos se posiciona en el 2° puesto a nivel africano.
Por otro lado, las buenas cifras realizadas por Marruecos en materia de conectividad aérea vienen, no solamente reconformar el liderazgo de Marruecos, sino también complementar el esquema de megaobras de infraestructuras que constituyen un ecosistema propicio para la sostenibilidad y la perennidad del excelente despegue económico del país. Con llegada a 22 aeropuertos africanos, la compañía estatal marroquí líder en África Royal Air Maroc, asegura también enlaces aéreos con más de 80 destinos en el mundo.
Consciente del rol transcendental de las comunicaciones para acompañar el auge económico del país, el Reino de Marruecos proyecta cerrar con broche de oro el año 2018 con el lanzamiento de su segundo satélite. Bautizado “Satélite Mohammed VI-B”, el lanzamiento del nuevo satélite está programado un año después del lanzamiento del “Satélite Mohammed VI-À”. Además de consagrar la entrada del país en el muy codiciado círculo de países que disponen de la tecnología espacial, ambos satélites permitirán a Marruecos gestionar las actividades cartográficas y catastrales, el monitoreo y la gestión de la expansión urbana, la gestión del territorio, así como el seguimiento de las actividades agrícolas. Asimismo, permitirán vigilar los distintos acontecimientos ambientales, monitorear la desertificación, así como ayudar con la prevención y gestión de los desastres naturales.
Con el afán de adecuar estas estrategias de desarrollo con su fuerte compromiso a favor de la protección del medioambiente, Marruecos ha preconizado un modelo de desarrollo económico sostenible que se apoya en un enfoque vanguardista de promoción de energías renovables y protección del medioambiente. De hecho, el el 4 de febrero de 2016, Marruecos ha encendido la que será la planta de energía solar concentrada más grande del mundo, la meta siendo elevar la aportación de las fuentes renovables en la producción eléctrica nacional de 42 % en 2020 a 52 % en 2030, tal y como lo había anunciado el Rey Mohammed VI durante la COP 21 que fue celebrada en París.
Los logros antes mencionados no solo reafirman la eficacia de las grandes estrategias implementadas por Marruecos bajo el liderazgo del Rey Mohammed VI sino también refuerzan la sostenibilidad de este entramado productivo que se enmarca en una visión global de desarrollo integrado, reafirmándose de esta manera el liderazgo del Reino de Marruecos que lo predispone a ser la puerta de entrada a África y un potencial socio económico.