A la vista y paciencia de las autoridades municipales
San Juan de Lurigancho está prácticamente tomado por bandas de sicarios, traficantes de terrenos y prostíbulos clandestinos que funcionan a vista y paciencia de las autoridades municipales, quienes sospechosamente no los clausuran pese a que, por lo menos 9 de ellos, ofrecen sus “servicios” a media cuadra del Palacio Municipal, que actualmente es presidido por Juan Navarro.
Según revelaron fuentes de la policía, en SJL existirían al menos 850 centros donde se ejerce la prostitución clandestina y muchos de ellos funcionan desde la tarde hasta las siete de la mañana en avenidas principales como Gran Chimú, Malecón Checa, Próceres de la Independencia, etc., muy cerca a colegios, donde muchos niños volverán a clases a partir del próximo mes.
Por esta situación también ha sido denunciado el alcalde y otros funcionarios ediles. El documento fiscal señala que los denunciados promovieron “el delito de trata de personas, facilitando la licencia de funcionamiento a establecimientos donde se ejerce la prostitución clandestina”.
Según las mismas fuentes, cada uno de los que regentan estos “negocios” pagaría 350 soles semanales a un personaje conocido con el alias de “Chupito”.
De acuerdo a esas cifras, alguien estaría recibiendo más de 1 millón 190 mil soles mensuales. Sin duda, un negocio redondo, y una situación que debería ser investigada, sobre todo, por Navarro.
Mientras, en el distrito los vecinos se preguntan ¿quién protege a estos antros de vicio para que funcionen sin ser tocados?