Por: Berit Knudsen / Entre el Norte y el Sur Global

por | Ago 4, 2023 | Opinión

Ya no somos países en vías de desarrollo, tampoco el tercer mundo, somos el “Sur Global”, otra forma de llamar a lo mismo. En este escenario, Latinoamérica con sus propias mecánicas y problemáticas, requiere encontrar alternativas, puntos de encuentro y coincidencias entre facciones enfrentadas; pero son justamente estas divergencias las que nos siguen arrastrando hacia una pobreza sin desarrollo.

América está dividida, la polarización nos lleva con su vaivén hacia “mareas rojas” y “mareas conservadoras”, porque ninguna propuesta funciona y la ausencia de soluciones nos arrastra hacia un interminable círculo vicioso. Se necesitan propuestas distintas, una tercera vía, pero en este complejo panorama no se vislumbran alternativas de solución frente al muro entre dos bandos, donde ninguno quiere ceder.

Julio Velarde, presidente del Banco Central de Reserva del Perú ha visto desfilar no sabemos si 8 o 9 presidentes en este convulsionado país, manteniéndose en el cargo por 17 años. Muchos atribuyen la estabilidad económica peruana a la independencia que la constitución de 1993 otorgó al BCR, aunada a la brillante gestión de su presidente.

En la encuesta del Consensus, donde son consultados importantes bancos de inversión a nivel mundial, los analistas mostraron un preocupante panorama para la región.  Julio Velarde manifestó que “la proyección de crecimiento que se espera para el próximo año es bastante mayor a la de este año. Si esperan cierta recuperación, esta será un crecimiento mediocre en toda la región. No estamos tan mal frente a América Latina [refiriéndose al Perú], solo que América Latina es un desastre. Hace 40 años Asia emergente pesaba 7%, América Latina pesaba 22%; ahora esas cifras se han invertido, América Latina está corriendo el riesgo de pasar a ser casi irrelevante. Esa es una tragedia…”

Esta es la cruda realidad en medio de una pobreza que lejos de ser resuelta, es utilizada por los gobernantes de turno de toda Latinoamérica para su propio provecho.  Vivimos en un continente que va perdiendo sus valores, donde la libertad y la solidaridad son asuntos meramente retóricos; mientras tanto las cúpulas favorecen a sus propios intereses abusando de las carencias e ignorancia de vastos sectores de la población.

Nos enfrentamos a fuerzas que lejos de resolver los urgentes problemas Latinoamericanos, buscan dominar, imponer sus modelos, expandir su poder, controlar a nuestros pueblos, incrementando las brechas.  Las izquierdas organizadas, por su parte, siguen arrastrándonos a un vertiginoso deterioro; pero culpan al “imperialismo”, apelativo que involucra a todo aquel que piense de forma distinta a ellos; OEA, ONU, instituciones financieras y empresarios incluidos.

Pero las izquierdas latinoamericanas, encabezadas por el “castrismo”, siguen incorporando dictaduras además de Venezuela, Nicaragua y Bolivia, integrando a naciones como Argentina, Honduras, Perú, Brasil, Chile y Colombia, que representan a las naciones más pobladas y mayores economías de una región que va cuesta abajo con el inoperante modelo del “Socialismo del Siglo XXI”, que solo trae pobreza, pérdida de libertad y ausencia de confianza en los inversionistas

Pero el todopoderoso “Norte Global”, parece que poco o nada puede hacer respecto a estas dictaduras.   Todas esas ONG’s progresistas, se entrometen en asuntos de nuestras naciones, con escaso o nulo conocimiento sobre nuestra realidad, entorpeciendo nuestro progreso. Es un saludo a la bandera de la Democracia, con encuentros que quedan en mera retórica.  Mientras tanto, Latinoamérica sigue en franco deterioro político, económico, social y moral.


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