Perú no tiene éxito en ser un destacado centro cultural de renombre internacional debido a la falta de esfuerzos en la recuperación de una considerable cantidad de objetos coloniales
El Estado peruano no se ha tomado en serio reclamar todos estos valiosos objetos que son la muestra de nuestro pasado y, mucho menos, hay intenciones de los actuales posesionarios de devolver este patrimonio cultural.
De acuerdo al semanario, la estimación de piezas peruanas en museos extranjeros bordea las 100 mil piezas, además que habría medio millón en colecciones privadas que se venden al mejor postor en el mercado negro.
«Nunca ha habido realmente una política estatal y sistemática de los países colonizados para recuperar artefactos. Y menos una política estatal y sistemática para devolverlos», dijo la exdirectora general de Defensa del Patrimonio Cultural del Perú, Blanca Alva.
Según la información que maneja la también historiadora, nuestro país ‘no recuperado prácticamente nada de la época colonial, excepto por la colección de Yale de Machu Picchu y los textiles paracas de Gotemburgo. Aunque por estos se pusieron varias trabas de parte de los poseedores, lo que dilató la entrega.
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«El Museo de América, en Madrid, tiene más de 3,000 artefactos peruanos precolombinos y coloniales. El Museo Nacional de Arqueología, también en esa ciudad, tiene al rededor de 1,000 piezas… Una de las colecciones más famosas en disputa con el gobierno español es el Códice de Trujillo. Está en la Biblioteca Real de Madrid», se detalló en el informe.
Para el antropólogo y museólogo Bruno Brulon Soares, no solo se trata de recuperar el patrimonio, sino de «la descolonización de los museos». «Descolonizar es cuestionar todo los que dábamos por hecho y pensar en quiénes han sido sistemáticamente excluidos de la historia de los museos», acotó.
Lo grave de la situación es que la mayoría de museos extranjeros, por no decir todos, exigen al Perú tener una documentación que es casi imposible para nosotros. Le piden la partida de nacimiento de la pieza y probar que salió por nuestras fronteras de manera ilícita. Esto, evidentemente, agrega el semanario, hace imposible que se recuperen, pues no hay un inventario de lo expoliado.
Burlon Soares sostuvo que las leyes de repatriación han sido deliberadamente diseñadas para que los reclamos fracasen. Hay muchas comunidades que ni siquiera son reconocidas por sus gobiernos. Entonces, ¿cómo podemos esperar de ellos que se enfrenten a estos marcos legales de manera victoriosa?, cuestionó.