¡Cero y van dos atentados!
Hace unos días fue en Ofra: Una estación de buses, sobre la carretera, a la salida del asentamiento de Ofra. Pasó un vehículo, dispararon e hirieron a 7 personas, con diferentes grados de gravedad, entre ellos a una joven mujer de 30 años, 8 meses de casada y 7 y ½ de embarazo. El bebé fue extraído por cesárea, muriendo días más tarde, a pesar de los esfuerzos médicos. Y ahora, fue también en una estación de buses sobre la carretera, a la salida del asentamiento de Guivat Asaf. Pasó un vehículo -¿será el mismo vehículo? ¿Los mismos tripulantes?- ¡Seguro que sí! Aquí asesinaron a 2 soldados, que estaban a discreción, con sus fusiles a un lado, esperando un bus e hirieron gravemente a otros 2 peatones que esperaban su bus. Robaron el fusil de uno de los soldados. Y vaya coincidencia que nos trae el *sentido común*: Los 2 asentamientos están cerca.
Sí, definitivamente es imposible acabar con el terrorismo. No porque haya incapacidad. Es que no tenemos “ojos en la espalda”. Al terrorista, no le importas tú. Al terrorismo lo que le importa es HACER DAÑO Y MOJAR PRENSA. El terrorismo goza con ver padres llorando a sus hijos o hijos llorando a sus padres.
Cualquier sujeto puede estar a tu lado, en una estación de buses o en la sala de cine o en un concierto. Después él sale y deja un *paquete-bomba* en algún lugar del teatro. O en la estación, mientras tú le das la espalda para mirar la planilla de los horarios, él te puede acuchillar “tranquilamente”, hasta con las 2 manos. O dispararte.
¿Y qué me dicen de los aviones estrellados en las que fueron las “Torres Gemelas”, en aquél fatídico 11 de Septiembre del 2001, con cerca de 3000 civiles asesinados?
Repito: ¡Es imposible! Obvio, que los controles ayudan a minimizar la presencia de la acción terrorista. Pero cuando al terrorista “le cierran una puerta”, ipso facto, él ya está buscando otro ambiente y otra “puerta”, para acabar con tu vida.
Así funcionan las enseñanzas islámicas que estos han aprendido. La cobardía de atacarte, cuando aunque tú, siendo soldado, estás de licencia, tienes tu arma, pero a nadie le estás apuntando. ¿Y de los civiles qué? Gente tranquila que esperaban el autobús. Pero ellos, como *excelentes* y perversos cobardes, te hacen a ti responsable de las acciones del ejército o de los políticos de tu país.
A raíz de estos *importantes resultados* para Hamás, su líder Ismail Haniyéh declaró, que “Cisjordania está produciendo un cambio y abre “una nueva página que tiñe de sangre a la ocupación”.
Ahora preguntamos: ¿Cuál ocupación? Lo cierto, es que NO HAY OCUPACIÓN. Lo de la ocupación es un mito, que ojalá se acabe pronto, en la medida que Israel vuelve a poseer su tierra ancestral.
Ya hemos mencionado en otros Artículos, que en el año 1947, Arabia Saudita, Egipto, Irán, Iraq, Líbano, Siria, Turquía y Yemen, entre 13 países, votaron en contra de la partición. Además, a pesar de haber votado, lo cual significa, respetar y someterse al resultado de la votación, los países mencionados, como ha sido la norma del Islamismo, irrespetaron la votación en la ONU, armando a los árabes del Israel fraccionado.
En este punto de la historia, es cuando nace el “palestinismo”. Leamos lo que dice el historiador Thomas A. Indinopulos, en su libro “JERUSALÉM-Judíos-Cristianos-Musulmanes”, (Ed. Andrés Bello, 1995, Santiago de Chile):
“La batalla de Jerusalém duró cinco meses ….Y otra vez la ciudad fue asolada por el salvajismo, la hambruna y el fuego.”
“Lo sucedido en el 70ec. Fue una humillación sin precedentes….Los judíos que sobrevivieron… fueron enviados a las minas de Egipto y Cerdeña … en la construcción del Coliseo…los más robustos fueron destinados a los juegos de gladiadores, encontrando una muerte cruel…..Mujeres y niños fueron vendidos como esclavos…Flavio Josefo habla de un millón de muertos”.
“El año 135ec, el emperador Adriano reunió una poderosa tropa…La carnicería fue horrible; mil pueblos y ciudades fueron destruidos y murió alrededor de medio millón de judíos·”
Hasta aquí, apreciados lectores, no hay ni “sombra” de filisteos y menos de “Palestina”.
“En aquel tiempo se empieza a usar el nombre “Palestina”, para el territorio de Israel, nombre lleno de ironía, ya que designa a los enemigos (filisteos) cuya derrota fue crucial para que los judíos reclamaran toda la tierra para su pueblo”
Para esa época, apreciado lector, no había un solo filisteo (palestino) en la tierra de Israel.
