Antimisiles y aviones de combate protegerán el traspaso de poder
Jair Bolsonaro, sobreviviente de una puñalada en el abdomen durante la campaña, asumirá hoy la presidencia de Brasil en una ceremonia que comenzará a las 15.00 locales (17.00 GMT) en la Explanada de los Ministerios, y se extenderá hasta la Plaza de los Tres Poderes en Brasilia, con la participación de al menos diez jefes de estado y de gobierno, entre otros representantes.
Con un sistema antimisiles, aviones de combate y un riguroso control terrestre, la ceremonia de investidura del presidente electo el próximo martes en Brasilia contará con un esquema de seguridad extremo, similar al del Mundial de 2014 y a los Juegos Olímpicos de Rio en 2016.
Entre las personalidades que suelen desplazarse con fuertes custodias figuran el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo.
Aunque las autoridades evitaron revelar el número exacto de efectivos que serán desplegados ese día, al menos 3.000 uniformados resguardarán la zona de la Explanada. Estarán cerradas las principales rutas de acceso a la misma.
Los periodistas acreditados para cubrir el evento solo podrán ingresar al área en buses oficiales y tendrán un punto asignado (Congreso, Presidencia, Cancillería o entre el público), sin derecho a desplazarse.
El Sistema de Defensa Aeroespacial Brasileño desplegará un excepcional operativo de seguridad. Más de 20 aviones de combate participarán en él: los supersónicos F-5 para la «defensa aérea en el más alto nivel» y los Super Tucano A-29 «para el nivel intermedio y bajo», precisó a la prensa local el comandante de operaciones aeroespaciales de la Fuerza Aérea, el mayor brigadier del aire Ricardo Cesar Mangrich.
«Pretendemos crear un área de extrema seguridad, impidiendo la entrada de medios aéreos no autorizados. Para cumplir el objetivo, la Fuerza Aérea Brasileña cuenta con aeronaves de respuesta rápida y misiles antiaéreos», dijo el responsable.
Tomando como epicentro la Plaza de los Tres Poderes —sobre la que dan la Presidencia, el Congreso y la Corte Suprema— se fijaron tres perímetros aéreos de seguridad. En el rojo está prohibido sobrevolar en un radio de 7,4 km; en el amarillo, de 46,3 km, solo pueden sobrevolar naves autorizadas, por ejemplo, los aviones de los jefes de estado; y en el blanco, de 129,6 km, no se requiere autorización, pero sí dar detalles de un plan de vuelo.
Según el decreto firmado por el presidente saliente Michel Temer, publicado el viernes, las represalias contra aeronaves «sospechosas y hostiles» serán progresivas y escalan hasta los «disparos de aviso» y la «destrucción».
«Cualquier aeronave que ingrese en esa área (roja) sin estar autorizada es automáticamente clasificada como hostil y va a estar comprometida. Comprometida, quiero decir, que va a sufrir un ataque con misiles», indicó Mangrich. Este esquema de seguridad tendrá vigencia durante 24 horas, a partir de las 00.00 locales del martes 1 de enero.
«Realmente, (la Explanada) va a ser el punto mejor defendido en la historia de nuestro sistema de defensa espacial, que ya tiene más de 45 años», destacó el mayor brigadier.
Las entre 250.000 y 500.000 personas que se calcula asistirán al acto tendrán que atravesar por lo menos cuatro puntos de control y detectores de metales instalados en lugares aleatorios. Los vendedores ambulantes no podrán ingresar.
Aunque hay previsiones de lluvias el día de la investidura, el público no podrá llevar paraguas, coches para bebés, mochilas, bolsos o máscaras. Las botellas de agua, animales, objetos cortantes, productos inflamables, fuegos artificiales y láser también están prohibidos.
Los asistentes podrán llevar solo fruta y bizcochos, según el Gabinete de Seguridad Institucional (GSI), pero habrá puntos de entrega de agua, atención médica y baños públicos. Las señales de celulares no serán bloqueadas en la Explanada, pero sí las de «aparatos controladores de drones y otros equipos que operen en frecuencias clandestinas», según GSI.
«Habrá también un sistema de interferencia de drones que puedan sobrevolar la zona», indicó Mangrich.