Kim Jong-un viajará en los próximos días para reunirse con el presidente Vladimir Putin en Rusia
El dictador Kim Jong-un viajará para reunirse con Vladimir Putin en una visita oficial, en un encuentro en el que se podría oficializar una venta de armas al Kremlin a cambio de alimentos y energía.
Medios surcoreanos habían informado que un tren norcoreano que se cree lleva a bordo al presidente, había partido con dirección a Rusia. El periódico Chosun Ilbo, que citó fuentes no identificadas en el gobierno surcoreano, dijo que la reunión entre los dos mandatarios podría celebrarse a partir del martes y que el blindado habría partido la noche del domingo.
Las autoridades estadounidenses publicaron información de inteligencia la semana pasada sobre que Pyongyang y Moscú organizaban un encuentro entre sus líderes para este mes, dentro de un incremento de su cooperación ante crecientes confrontaciones con Estados Unidos.
Un posible lugar para el encuentro es la ciudad oriental rusa de Vladivostok, donde Putin llegó el lunes para asistir a un foro internacional que dura hasta el miércoles, según la agencia rusa de noticias TASS. La primera reunión de Putin y Kim, en 2019, también se celebró allí.
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Según funcionarios estadounidenses, Putin se centraría en conseguir más suministros de artillería y otras municiones norcoreanas para suplir sus mermadas reservas, mientras trata de sofocar una contraofensiva ucraniana y demostrar que puede mantener una larga guerra de desgaste. Eso podría aumentar la presión sobre Estados Unidos y sus aliados para que busquen negociaciones, entre temores sobre un conflicto prolongado en Ucrania pese a los enormes cargamentos de armamento avanzado enviados a Ucrania durante los últimos 17 meses.
Se estima que Corea del Norte podría tener decenas de millones de proyectiles de artillería y cohetes basados en diseños soviéticos que podrían suponer un importante refuerzo para el ejército ruso, según los analistas.
A cambio, Kim buscaría ayuda alimentaria y energética que su país necesita con urgencia y tecnología armamentística avanzada, incluidas las relativas a misiles balísticos intercontinentales, misiles balísticos de submarino con capacidad nuclear y satélites militares de reconocimiento, según analistas.
Se teme que el posible traspaso de tecnología rusa aumente la amenaza que plantea el creciente arsenal de Kim de armas nucleares y misiles diseñados para atacar a Estados Unidos, Corea del Sur y Japón.