Vamos a ocuparnos de uno de los poderes del Estado con influencia máxima, el Poder judicial. Escolásticamente se dice que tenemos los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, y se llega a afirmar que el primer Poder es el Legislativo. No. El actual Congreso es una entidad anárquica, espuria, antidemocrática; como ejemplo nefasto están sus camarillas, tránsfugas y gente que le roba el sueldo a sus empleados. Son síntomas de la decadencia del irónicamente llamado primer poder del Estado. No es verdad.
Ahí tenemos al Poder Judicial de hoy, alma de la corrupción y del prevaricato; como ejemplo está el putrefacto exmagistrado César Hinostroza Pariachi, fugitivo del Perú. Se refugió en España; pero, cuando se enteró que sería extraditado, huyó hacia Bélgica, donde ingresó ilegalmente. Es obvio que sus fugas y refugios habrán perecido cuando la INTERPOL (Policía Internacional) actúe por pedido de nuestras autoridades y sea entregado a la justicia peruana para que responda por sus actos nefastos.
Ese exjuez supremo mediante el procedimiento de acusación constitucional fue sancionado por el Parlamento en octubre de 2018 con la destitución de su cargo e inhabilitándolo por diez años para ejercer función pública, por infringir artículos constitucionales; también se aprobó la acusación por cuatro delitos: patrocinio ilegal, tráfico de influencias, negociación incompatible, organización criminal. No es el único “juez” lapidable por mala conducta, pero es el comienzo de lo que debe hacerse contra el inicuo Poder Judicial que no da ninguna garantía de debido proceso.
Si; vienen años nefastos y un golpe de Estado será la compuerta para destruir al Poder Judicial actual y sustituirlo por un tribunal liberal, democrático. Pero, a su vez, como todo nuevo órgano, si se repite la conducta censurada en el nuevo poder jurisdiccional; volverán a ser destituidos y tendremos una renovación de magistrados probos. Como tampoco existen esos magistrados porque están bañados en pus, lógicamente, el país aprobará su destitución y remplazo.
Pero, permítanme el pesimismo, esto tampoco modificará la situación putrefacta de ese seudo-poder, solo queda la idea de una nueva arquitectura. No han cambiado los hombres. Los únicos líderes morales que conozco son los del APRA, aunque les duela a muchos. Entonces, los próximos lustros tenderemos comicios para zurcir y enmendar radicalmente a la judicatura. Nuevos hombres, nuevos poderes. Nunca hemos tenido esta crisis. Por eso preparémonos con la guillotina para acabar con las camarillas actuales y futuras
¿Fórmula? Transformación radical del Poder Judicial con una nueva Constitución de tres cámaras: Tribunos, Senadores y Censores. Si no actuamos con el bisturí, corremos el riesgo que un país enfermo perezca; vayamos a una justicia supranacional depurada, indoamericanista. Paciencia. Llegaremos a ver eso. Necesitamos solamente un lustro para esa transfiguración. La prueba de la hediondez de esta justicia se halla en el caso del aludido exjuez Hinostroza ¡Maldita imagen del Poder Judicial! ¿Para ser juez es necesario saber de Derecho? No. Solo ser un hombre honrado.
II
La noticia reciente de que Hinostroza no pudo ser detenido es porque alegó “persecución política”. Pero, él no es un político y sus delitos tampoco ¿Qué es y cómo actúa la INTERPOL? El Perú se adhirió en 1962, por Decreto Ley 14518, a la Organización Internacional de Policía Criminal OIPC-Interpol, creada en 1923 para mejorar y fomentar la cooperación policial transfronteriza. No es una policía supranacional, sino una entidad de coordinación entre las policías nacionales que persigue a delincuentes (condenados o procesados).
Su misión es ayudar a los funcionarios de policía y de justicia para cooperar entre sí y combatir la delincuencia. Debido a la imparcialidad de la INTERPOL, su Estatuto no le permite involucrarse en ninguna actividad de carácter político, militar, religioso o racial. Entre sus funciones esenciales está un sistema mundial de comunicación policial protegida, sistema I-24/7 de difusiones internacionales para la búsqueda de personas y demás alertas, mediante fichas de colores. Roja, para detención y extradición; Amarilla, para localizar personas desaparecidas; Azul, para conseguir más información de personas sobre actividades delictivas; Negra, para averiguar identidad de cadáveres; Verde, para alertar a los países sobre una persona que cometió delitos y podría volver a cometerlos.
(*) Jurista, exconstituyente, exdiputado, exsenador y excongresista de la República.
