Satélites identifican 28 pistas ilegales en Loreto
28 pistas de aterrizajes clandestinas, que no aparecen en los registros del Ministerio de Transporte y Comunicaciones (MTC), fueron identificadas en Loreto por el Observatorio de Deforestación y Delitos Ambientales de la Asociación ProPurús.
Estas pistas habrían sido construidas para trasladar droga, específicamente cocaína, pues la mayoría se encuentra vinculada a zonas donde se ha reportado previamente actividades de narcotráfico.
Vale precisar que el MTC lleva un registro de las pistas de aterrizaje que sirven para facilitar el ingreso de autoridades o para evacuaciones de emergencia en algunas localidades, pero no tiene en su registro las pistas que fueron identificadas recientemente.
Desde la Asociación ProPurús señalan que este hallazgo podría motivar el inicio de las investigaciones por parte de las autoridades respectivas.
El hallazgo de ProPurús se produce en un momento en el que los cultivos de hoja coca se han disparado en Ucayali y Loreto, convirtiéndola en un nuevo corredor para sacar la droga y donde las pistas de aterrizaje clandestinas se multiplican.
Lee más:
Ucayali ha pasado de registrar 2,500 hectáreas de hoja de coca en el 2018 a 14 mil en 2022; mientras que Loreto, pasó de 5 mil hectáreas a 13 mil en el mismo periodo, según el último reporte de Devida.
También hay un incremento de áreas destinadas al cultivo ilícito de hoja de coca al interior de zonas reservadas indígenas, pese a que en estas áreas viven nativos en aislamiento o contacto inicial.
La aparición de nuevos narcocorredores, como el de la Amazonía, se debería al aumento del consumo de cocaína a nivel mundial, pues según el último informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), la producción se disparó drásticamente en los dos últimos años tras una desaceleración inicial causada por la pandemia del COVID-19.
Las causas también se circunscriben a la aparición de los nuevos mercados de consumidores de droga en la región y la migración de parte de la gente del VRAEM hacia Ucayali para continuar traficando.
Esta situación, que pone en peligro a líderes y comunidades indígenas, se enfrenta a una respuesta débil por parte del Estado, pues las cifras de erradicación de cultivos de hoja de coca no llega ni al 25% de la extensión total.