Sistema Interamericano de DD.HH. se esmera para que Perú lo repudie

SEÑALA EX MINISTRO ÁNTERO FLORES-ARAOZ

Ante las últimas decisiones del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, sea de la Corte o de la Comisión del mismo nombre, este diario ha recurrido a Antero Flores-Araoz, para que nos aclare sobre sobre todo ello, pues él se desempeñó hacen varios años como representante del Perú ante la OEA, planteando en ése entonces varias propuestas para hacer modificaciones en las normas regulatorias de dicho Sistema y porque además, ha sido muy crítico respecto de la actuación de los comisionados y magistrados de tal Comisión y Corte.

 

P ¿Cuál es el origen del Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH)?

R Después de la Segunda Guerra Mundial, y cuando los habitantes del planeta tuvieron claro todas las barbaridades y crímenes cometidos por los nazis, especialmente el holocausto judío, buscaron fórmulas para procesar y sancionar a los responsables de tales crímenes, creándose a posteriori el Tribunal de Nuremberg, aunque con la crítica de que los Tribunales deben ser previos a los hechos delincuenciales y al juzgamiento de sus responsables. Por eso es que se creó las Naciones Unidas y en el hemisferio americano la Organización de Estados Americanos (OEA) y dentro de esta última se creó también el SIDH, como sistema autónomo, que comprende tanto a la Comisión como a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la primera con sede en Washington y la segunda en San José de Costa Rica.

 

P ¿El Perú, es parte del SIDH?

R Claro que si. Vamos por partes y cucharadas. La OEA se creó en 1948 pero sus normas rigen a partir de 1951. En la carta constitutiva de la OEA estaba la Comisión de Derechos Humanos, pero luego en la Convención Americana sobre Derechos Humanos se ratificó a la Comisión aludida y en adición se creó la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

 

P ¿Son obligatorias para el Perú las decisiones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos?

R Primeramente hay que advertir que la Comisión actúa como una especie de Ministerio Público o Fiscalía, recogiendo las denuncias que se hagan contra los países miembros del Sistema y elevándolas a conocimiento de la Corte, o simplemente rechazándolas por no corresponder.  Es en buena cuenta un filtro, con lo que se evita que la Corte tenga excesiva carga procesal.

La Comisión también puede hacer informes y recomendaciones, no necesariamente vinculantes, pero las sentencias de la Corte si lo son.

 

P ¿Todos los países que conforman la OEA están sometidos a las decisiones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos?

R: No, pues de los 33 países que integran la OEA solamente 21 se acogieron a la competencia contenciosa de la Corte. Por ejemplo, los países de origen anglo sajón del Caribe, además de Canadá y los Estados Unidos de América, no están inmersos en las decisiones de la Corte.

 

P: Se ha dicho mucho que tanto los comisionados y los magistrados del SIDH tienen sesgo socialista, o también deformación ideológica, que en el Perú llamaríamos “caviares”. ¿Es ello cierto?

R: Yo por lo general no los llamo “caviares” sino “hueveras”, pues el caviar sale del Esturión que es bastante fino. Gran parte de los comisionados y magistrados tienen dicho sesgo, que los lleva a no ser imparciales como debería ser, lo que además se agrava en el hecho que se les nota abundante prejuicio contra las Fuerzas Armadas y Policiales, sin comprender que cuando actúan en resguardo del orden interno o su recuperación, pueden haber bajas ya que tienen que repeler ataques alevosos de los antisociales, que con vandalismo y desprecio de la vida humana, hacen atrocidades.

 

P Si tienen ese sesgo izquierdista ¿Por qué se les nombra Comisionados y Magistrados?

R: La verdad que es incomprensible. Nadie nos impone a los Comisionados y a los Magistrados. Son los países quienes los proponen y dentro de los propuestos es la Asamblea de la OEA la que los nombra, estando en la Asamblea de la OEA representados los países a través de sus cancilleres. Como vemos el error viene de las Cancillerías, siendo incomprensible que pongan a personas inconvenientes.

En lo personal pongo un ejemplo típico, que desnuda el pensamiento de algunos comisionados y magistrados del Sistema. El magistrado Antonio Canzado Trindale, de origen brasilero, en uno de sus votos acotó que los terroristas tenían la mística de Juana de Arco. Este solo hecho nos releva de mayores comentarios.

 

P ¿Alguna vez el Perú se retiró del Sistema Interamericano de Derechos Humanos?

R: Si bien el Perú está en el Sistema desde 1981, en el mes de julio del año 1999 se apartó de la competencia contenciosa de la Corte Interamericana, pero permaneció inmerso en las demás estipulaciones de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, incluida la Comisión del mismo nombre. Un par de años después se reincorporó el Perú a plenitud al Sistema.

 

P: En el actuar del SIDH solo se observa el cuestionamiento a la violación de los Derechos Humanos por los países, pero en las últimas décadas hay grupos terroristas que actúan con maldad y son sanguinarios ¿A ellos no les pasa nada?

R: Si bien es cierto que en sus inicios el Sistema estuvo concebido a resguardar a los ciudadanos respecto a la violación de los Derechos Humanos por parte de los países, ello ha ido ampliándose, aunque no lo suficiente.  Hay que hacer reformas y cuanto antes mejor, pese a que el mismo Sistema es renuente a ellas. No se pueden olvidar los horrores en que incurrieron los grupos terroristas por ejemplo en Colombia o en el Perú, y en nuestro país sobre todo recordando a Sendero Luminoso y al MRTP.

 

P: ¿Realmente son irracionales las sanciones que impone el SIDH?

R: Muchas veces si lo son, imponiendo indemnizaciones fuera de los estándares nacionales de los países miembros, e imponiendo también reparaciones no económicas excesivas, como publicar en los Estados sancionados, la integridad de sus adormecedoras y larguísimas resoluciones.

 

P: Últimamente se han ido generalizando las objeciones a las acciones del SIDH. ¿Tienen sustento?

R: Claro que lo tienen. Los excesos son frecuentes y cada vez peores. Tanto en el caso del Frontón en que hacen 38 años se debeló una gravísima insubordinación por decir lo menos, y en el caso de nuestros héroes de la operación Chavín de Huántar, para recuperar a los rehenes en la residencia del Embajador de Japón, varias veces se dispuso el reinicio de los procesos en vía nacional, lo que hacía insufrible la vida de nuestros valerosos soldados y policías.

En algunas oportunidades han considerado de lesa humanidad algunas acciones en que se ha repelido vandalismo y violencia, pero aplicando la normatividad internacional con retroactividad, lo que colisiona con el ordenamiento jurídico, el que no les importó ni un comino.

El SIDH también es responsable de haber anulado indultos, como el de Alberto Fujimori, que fue perdonado con arreglo a la Constitución y la Ley, pero para la Corte Interamericana ello no tiene ningún valor y, pese a todas las discrepancias que pudiéramos tener con el señor Fujimori, fue perdonado y no es justo que a su edad y con grave estado de salud, siga encarcelado.

No podemos olvidar que frente a los hechos de violencia ocurridos a partir que Manuel Merino, de acuerdo a la Constitución del Estado, asumió la presidencia de la República en Noviembre del 2020, la Comisión hizo visita al Perú y solo se entrevistó con los que pensaban como ellos, pero no lo hizo ni con Merino ni con los miembros de su Gabinete.

La actuación del SIDH no es uniforme, pues cuando hubo muertos en el desempeño del gobierno de Francisco Sagasti, ni la tos, pero cuando asume la señora Boluarte le caen encima y le hacen cuchumil observaciones de las que ahora reclaman cumplimiento y citan al Perú a Washington para tomarle cuentas.

Se ha metido también la Comisión en la investigación parlamentaria a la JNJ, siendo el control político una de las atribuciones del Congreso, por lo que la objeción de la Comisión Interamericana está fuera de lugar.

 

P: En el Perú se han presentado una serie de proyectos de Ley para apartarnos del SIDH. ¿Tiene ello asidero?

R: Absolutamente comprensible, pues a muchos les ha llegado hasta la coronilla la intromisión de la Comisión en temas internos de nuestra patria. Son además tan necios e inoportunos que cuando se está debatiendo en el Parlamento la permanencia o no del Perú en el SIDH, citan al Perú a dar cuenta sobre el cumplimiento de sus recomendaciones en los hechos violentos ocurridos en diciembre del año pasado y enero del presente año. Lo que pueda pasar se lo ganan a pulso por tontos, para no meter en la colada a los pobres burros.

 

P: ¿Hay soluciones?

R: Claro que las hay y en el Congreso se vienen evaluado varias posibilidades, en las que no entraré por ahora, ya que la Comisión de Constitución del Congreso me ha citado para el 3 de octubre, por lo que no sería cortés hacer adelantos, pero que hay solución, pues si la hay.


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