Las noticias que llegan desde Venezuela revelan una aguda crisis política que no tiene visos de solución. Luego de multitudinarias manifestaciones en contra de Nicolás Maduro, el presidente del Parlamento, Juan Guaidó, se autoproclamó como presidente encargado. Sin embargo, los altos mandos militares siguen reconociendo a Maduro como Jefe de Estado, e incluso el Consejo de Seguridad de la ONU se convirtió en los últimos días en escenario de una intensa polémica internacional respecto al delicado caso venezolano.
Todo ello se muestra ante los ojos del mundo como un problema político, que debería resolverse a través de los cauces constitucionales correspondientes. Lamentablemente la crisis no solo es política. Conlleva consigo otros factores muy delicados como el incremento del hambre y la malnutrición en sus sectores más vulnerables.
Un informe de la FAO presentado el 2018, daba cuenta de un significativo incremento de personas que padecen hambre en Venezuela, así como del aumento de casos de anemia en mujeres en edad fértil y obesidad en personas adultas. Situación paradójica respecto al año 2012, en que durante el mandato de Hugo Chávez, la misma FAO felicitaba a Venezuela por ser uno de los primeros países que alcanzaba uno de los principales Objetivos de Desarrollo del Milenio: reducir a la mitad el hambre antes del 2015.
El hambre hoy es el principal argumento de las personas que diariamente se suman al éxodo venezolano, cuya magnitud repercute en diversos países de Latinoamérica, que no están preparados para atender una ola migratoria tan grande. La ONU calcula que 2,3 millones de personas han salido de Venezuela; sin embargo, otros estudios estiman que por lo menos son cinco millones los que han huido de una situación económica que ha alcanzado niveles de inflación superiores al millón por ciento y que según el FMI, podría superar los 10 millones de puntos porcentuales en el 2019.
En medio del problema está en juego la vida y la salud de millones de personas; por eso, más allá de cualquier connotación política e ideológica, esperamos que los líderes del gobierno y la oposición encuentren mecanismos de solución que le brinden al pueblo venezolano la tranquilidad y prosperidad que siempre los caracterizó. Ojalá esto ocurra pronto.