La «ley ómnibus» se debatirá la próxima semana en la Cámara Baja
Argentina completó la primera mitad de la huelga general convocada por la Confederación General del Trabajo (CGT), con el respaldo de partidos políticos y diversas organizaciones sociales y de derechos humanos. Esto sucedió después de una marcha en la que decenas de miles de personas participaron en Buenos Aires.
No obstante, el primer enfrentamiento significativo entre los sindicatos argentinos y el Gobierno de Javier Milei concluyó a medianoche, tras una jornada que transcurrió sin incidentes importantes ni disturbios desde las 12:00 horas (hora argentina).
En el marco de la discusión del proyecto de ley «ley ómnibus», la protesta generalizada se llevó a cabo en la Plaza del Congreso. Líderes de la CGT prometieron «seguir en la lucha» contra las reformas propuestas por el gobierno de Milei.
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Convocatoria multitudinaria
La principal central sindical del país, de orientación peronista, llamó a alrededor de 600,000 personas, según sus estimaciones, mientras que la Policía de la Ciudad de Buenos Aires reportó 130,000 asistentes y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, mencionó 40,000 participantes. Esta fue la primera huelga general en Argentina desde mayo de 2019, durante el gobierno de Mauricio Macri (2015-2019).
Mauricio Macri tuvo cinco huelgas generales durante su gobierno (2015-2019), mientras que Alberto Fernández (2019-2023) no enfrentó ninguna. Milei asumió después de Fernández. A pesar de las discrepancias en las cifras, las calles de Buenos Aires no mostraron signos de paro total, especialmente por el funcionamiento del transporte público, a pesar de ser enero, un mes de vacaciones de verano.
El sector más afectado
El transporte aéreo fue el sector más perjudicado, con 295 cancelaciones y la reprogramación de 26 vuelos de Aerolíneas Argentinas, impactando a 20,000 pasajeros, especialmente en el Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini y el Aeroparque Jorge Newbery.
Además, el Gobierno estimó en 1500 millones de dólares el costo para el país debido al paro de la CGT. Según Javier Lanari, subsecretario de Prensa de la Presidencia, esta suma podría haberse utilizado para construir rutas, hospitales y escuelas. Por ello, la CGT convocó la protesta 18 días después de que Javier Milei asumiera la presidencia de Argentina el 10 de diciembre.
Mes y medio después de esa fecha, la protesta se enfocó en el decreto de necesidad y urgencia (DNU), que se implementó el 29 de diciembre y aún enfrenta desafíos legales en varios lugares, así como en el proyecto de la ‘ley ómnibus’.