El profesor Baca señala en reciente post que, en 1889, Alemania adoptó un programa de seguro social para la vejez, diseñado por Otto von Bismarck. En 1935, el presidente Roosevelt promulgó la Ley de Seguridad Social.
En 1942, el gobierno del Reino Unido publicó el Plan Beveridge, que condujo a la creación del primer sistema unificado de seguridad social (pensiones y salud). Un año después, la Asamblea General de la ONU adoptó la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH), cuyo artículo 22 reconoce que “Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social”.
Transcurridos 135 años, el Perú aún se debate, sobre qué estructura debe tener el sistema de seguridad social para cumplir con la DUDH. El sistema dual actual Nacional y Privado ha colapsado y no cubre siquiera el 50% de la pensión de reemplazo y el analista explica con debida prolijidad las causas, en que están varios retiros de ahorros en las AFP, por diversas razones, como es el hecho del tema pandémico y sin duda la “ informalidad”.
Baca señala que el ejecutivo ha presentado una propuesta que solo abarca el sistema de pensiones, dejando de lado el de salud. La propuesta crea un sistema “multipilar” para todos los afiliados activos del SPP y del SNP.
El objetivo principal es la universalización de la pensión mínima de jubilación. La estructura del nuevo sistema previsional contempla 4 pilares: No Contributivo, Semicontributivo, Contributivo y Voluntario.
Los mismos son explicados con acuciosidad en el post del analista. De acuerdo con la propuesta, todos los ciudadanos al cumplir los 18 años deberán afiliarse al sistema contributivo, sea el SNP o SPP.
De no optar por el SPP, serían automáticamente afiliados al SNP. Esta propuesta abre la posibilidad de que otras Empresas del Sistema Financiero participen en el SPP, además de las AFP. Los trabajadores independientes realizarían aportes obligatorios tomando como referencia la remuneración mínima.
El problema con la propuesta del gobierno es que es sumamente compleja, no cuenta con estudios actuariales serios y deja de lado el sistema de salud y la “informalidad”, además de otros errores.
Por ello Baca presenta a la propuesta del MEF; un diagrama que contempla un esquema simple de apenas dos pilares tanto para las pensiones como para EsSalud, con el objetivo de reducir significativamente la informalidad y por tanto aumentar las contribuciones a ambos sistemas.
Su financiamiento se lograría con el IGV personalizado, para lo cual se crearía un impuesto que se sumaría al actual IGV similar al FONCOMUN. Este nuevo impuesto reemplazaría a las contribuciones obligatorias que hacen hoy los trabajadores a la ONP o a las AFPs, lo cual representaría un incremento de 15% en los ingresos netos que reciben por concepto de remuneraciones los trabajadores formales.
Con el IGV personalizado se eliminaría la evasión a los pagos de pensiones y EsSalud, se reduciría el impacto regresivo de un aumento del IGV y se fomentaría la formalización de toda la PEA. El interesante post es de lectura obligatoria.