EDUARDO FARAH H.
Después de una semana de intenso trabajo en Brasil, regresaron a nuestro país los procuradores y los fiscales que fueron a interrogar a los ejecutivos de ODEBRECHT, los cuales dijeron cosas que en su mayoría ya sabíamos, salvo algunas precisiones sobre congresistas que habían recibido alguna “ayuda” para su campañas electorales.
De lo que nadie habla es cómo puede subir el costo de 1,200 millones de dólares aproximadamente a US$ 7,000 y algo más de millones de dólares por el gaseoducto que se comenzó a construir, esto por más que se estudie es un imposible, ya que el gaseoducto que se construyó en Egipto cuya envergadura es mucha mayor en tamaño al peruano.
Es increíble los costos por km2 que tienen tanto el gaseoducto como las carreteras construidas por ODEBRECHT, esto ha sido un festín de millones de dólares repartidos entre coimeros y lobistas que han fraguado las cifras de tal manera, que algunos de los jueces que participaron en los famosos arbitrajes que funcionaban a pura coima y no defendían los intereses del Perú, los cuales obviamente en su mayoría, la empresa era los que tenía “la razón”.
No podemos dejar que esto quede como si nada hubiera pasado, tenemos que utilizar la fuerza de la razón y hacer que de acuerdo a Ley, los personajes que han trabajado de manera engañosa en toda esta historia, reciban el peso de la Ley.
Esto no es venganza política, esto es orden que tiene que ser manejado de manera clara y contundente, caso contrario es peligrosa la situación que podría tener nuestro país.
Estamos viendo a personajes de la izquierda peruana que han comenzado a agitar la política indicando que debería llamarse a nuevas elecciones, etc., etc., y son personajes que desde donde yo conozco nunca han trabajado y son hasta curas, que en nombre del pueblo sacuden de tal manera que, en lugar de pedir tranquilidad y calma a la población, agitan para que el Perú entre en crisis, lo cual no lo podemos permitir los que peinamos canas.
Esperamos que las cosas se hagan con transparencia y paciencia para que nuestro país vuelva a creer en la gente buena que aún tenemos.