Debo empezar este pequeño aporte al desarrollo del Perú, con una regla de tres muy simple, si en el año 1869 el gobierno Peruano contrató la construcción de los ferrocarriles del Callao a la Oroya, de Arequipa a Puno y otros más con el contrato Dreyfus como los ferrocarriles del Cuzco, Cajamarca y Ancash, en esa lógica nuestro país debería ya de tener una red impresionante de ferrocarriles que hoy en día enorgullecen a la vieja Europa, con ferrocarriles que recorren todos los países europeos a grandes velocidades, facilitando la movilización de millones de ciudadanos que mueven la economía de Europa.
Iclusive vemos con vergüenza ajena como proliferan modernos tranvías en las ciudades europeas, que aquí fueron eliminados para que prevalezcan las combis criminales, sumada al desorden de mototaxis que son una guarida de delincuentes, asaltando todos los días a ciudadanos que transitan por sus calles.
En otras palabras, hemos retrocedido en la historia, para en lugar de avanzar hacia el desarrollo mezclarnos con los pueblos más atrasados de Asia y Oriente.
Ese es el resultado de politicastros como Nicolás de Piérola y otros gobernantes, que sostuvieron siempre la política del indio barato para sumirnos en el más profundo atraso cultural, y convertirnos en un país imposible de ser gobernado.
Las cosas así, vuelven ciertos rasgos de optimismo cuando a través de empresas privadas desarrollan un megaproyecto como el Terminal Portuario de Chancay, iniciativa 100% de empresarios privados con una visión de Estado y de futuro.
Debemos entender que la empresa peruana Chancay Port y luego la empresa Terminales Portuarios Chancay, avanzaron en el desarrollo del megaproyecto.
Luego estos empresarios vieron la necesidad de ubicar a un gran socio estratégico para lo cual realizaron viajes a diferentes países del mundo: Singapur, Hong Kong, España, USA, Brasil y Chile, no logrando el éxito esperado.
Así, vieron la necesidad de incorporar a un nuevo socio peruano y constituir una nueva empresa TPCH, cuyo nuevo socio sería la poderosa empresa minera peruana Volcan Mines tomando el 50% del capital accionario, luego compraría el total de acciones para lograr la búsqueda de un operador a través de un Banco de Inversiones.
Así se integra la empresa china Cosco Shipping Limited CSL, claro lo que se debe de entender que esta posición de ninguna manera le otorga derechos de soberanía, menos de monopolios en las decisiones de priorizar lo que esta empresa desearía.
Eso de ninguna manera procede, pues hay que tener en cuenta que el imperio de la Constitución prevalece ante cualquier vacío de interpretación, recordando siempre que una concesión es un privilegio que el Estado peruano otorga a quien la obtiene.
Este megaproyecto generará la infraestructura de transporte y con el movimiento de miles de contenedores diarios, iremos al desarrollo de nuestro país y provocará la creación de otros puertos en nivel de competencia y la envidia de los países vecinos, que obligará también a invertir en nuestra defensa nacional. ¡¡Adelante!!
(*) Expresidente de la República
