El singular éxito de YAPE, creado por el BCP en el 2016, es impresionante. Es una aplicación móvil que se afilia a una tarjeta de débito para acceder a servicios.
Por ello analice un excelente post que señala que los Bancos Centrales tienen un rol preponderante porque las transacciones sin efectivo están reemplazando rápidamente al efectivo físico y por ello tienen la oportunidad de servir al interés público proporcionando o dando forma a la infraestructura sobre la que se construyen los sistemas de pago digital.
Escrito para “Project Syndicate”, por los expertos Mariana Mazzucato y David Eaves señalan que basándose en el trabajo de John Maynard Keynes y Hyman Minsky, los economistas han ido más allá de un enfoque estrecho en la cantidad de dinero para considerar su influencia estructural en la economía real y el sistema financiero.
Por ello una comprensión estructural del dinero y las finanzas se vuelve aún más importante en un mundo cada vez más digitalizado y sin efectivo, porque existe una creciente necesidad de que los responsables de la formulación de políticas operen no solo como fijadores del mercado, sino como formadores proactivos del mercado.
Un mundo sin efectivo no sólo cambia la relación de las personas con el dinero y crea nuevas oportunidades para su gestión o incluso concepción. También ejerce una nueva presión sobre los bancos centrales para que reimaginen su papel y sean más innovadores.
Hay análisis que muestran que los consumidores, las empresas y los gobiernos prefieren claramente la rentabilidad y la facilidad de uso de la tecnología sin efectivo, incluso en economías rudimentarias.
La era digital marca un cambio con respecto a los últimos 2.000 años de efectivo físico emitido por el gobierno.
Un banco central puede servir como algo más que un simple regulador, influyendo o incluso creando una infraestructura compartida.
Los analistas dicen que es lo que India ha hecho con UPI, una infraestructura de pagos digitales interoperable que ha sido fuertemente moldeada por el banco central.
También es lo que Brasil ha hecho con su sistema Pix, un servicio interoperable de pago instantáneo que permite a particulares y empresas enviar y recibir dinero a cualquier hora del día, normalmente de forma gratuita o a muy bajo costo.
Según el Banco Central de Brasil (BCB), Pix es ahora el método de pago más popular del país, superando a las tarjetas de crédito y débito y otros métodos de transferencia que rivalizan con el efectivo.
Más del 66% de la población lo utiliza.
Esto puede sonar como una típica historia de éxito de fintech.
Por eso redundan en que son los Centrales los llamados a intervenir, regular y promover este cambio enorme para garantizar la estabilidad financiera, dejando así las cuestiones de equidad, acceso e inclusión al sector privado.
Los esfuerzos de Brasil e India para dar forma al mercado en torno a la infraestructura de pagos interoperables demuestran que los bancos centrales tienen las herramientas para hacer más por el bien común.
El link muestra este excelente artículo: https://www.project-syndicate.org/commentary/central-banks-should-create-shape-digital-payments-infrastructure-by-mariana-mazzucato-and-david-eaves-2024-04/spanish