El exministro de Energía y Minas, Carlos Herrera Descalzi, destacó la importancia de que el gobierno de Dina Boluarte implemente un efectivo programa de formalización de la minería de pequeña escala, cuyos resultados, entre económicos y sociales, potenciarían de manera significativa a la industria minera peruana, que es la actividad que más genera divisas a la economía local.
En declaraciones a La Razón remarcó que “en el caso de la minería informal, se corre más dinero que en la propia minería formal”. Por ello su aporte a la producción nacional de oro sería de 1500 toneladas de ese metal precioso, cuyo valor en el mercado internacional es muy alto, al ubicarse en US$2,348.65 la onza.
“Hay personas que estiman que es una fracción importante de lo que es la minería formal del oro. A grosso modo, aportaría 1500 toneladas. En el caso de la minería informal, corre más dinero que en la propia minería formal”, expresó y recordó que “si eso se realiza formalmente, pagará los tributos que le corresponden y el trabajo que pueda generar será un trabajo de acuerdo a las leyes, que tenga un seguro, que tenga protecciones”.
Asimismo, reflexionó que “el lado social de la minería artesanal es el escudo de la minería ilegal. Entonces, una minería artesanal o pequeña minería formalizadas, tendrían el tema cerrado. Se sabría quiénes están en esto y qué permisos tienen para actuar. Pero como esa es una etapa que está siempre en transición, es decir, que siempre falta por completar y nunca se completa, todos prácticamente tienen licencia para hacerlo. Basta que se inscriban en el REINFO para que puedan comprar explosivos y vender minerales, llevarlos a plantas donde los tratan”.
“Perú es un país muy rico en minerales. Entonces, la exploración de minerales siempre a las personas les permite tener una forma de mejorar su vida con eso. El tema es ¿cuál es el límite? La minería está en la ley peruana dividida en cuatro partes No son una división de escala. Minería artesanal, le sigue la pequeña minería, la mediana minería y la gran minería. Entonces, cada uno actúa de formas diferentes, tiene escenarios diferentes”, añadió Herrera Descalzi.
Finalmente, dijo que “un minero artesanal básicamente no viola leyes ambientales ni leyes sociales. Lo que hace es poner en riesgo a su propia persona. En las actividades que realiza, él trae una parte de mineral, él no dispone de crédito y cuando él va a vender su producto, generalmente le engañan. Le pesan menos del peso que tiene y le asigna un contenido menor que el que realmente tiene, entonces le pagan menos de lo que vale. Ese grupo de mineros es un grupo que requiere protección”.
Por otro lado, el congresista Luis Quito complementó lo dicho por Herrera Descalzi y le dijo a La Razón que “un 30% a 40% de la producción de oro que se tiene provendría de esos lugares (yacimientos mineros informales). Creo que sería importante, al formalizar, que ese oro que viene de la informalidad, o sea que pueda pagar sus impuestos. Sería importante también que el Estado pueda darles las garantías a los mineros artesanales de todos los insumos que requieren y que necesitan, de forma tal que se tenga un control.
“Por otro lado también el caso de los trabajadores que están laborando al interior de cada uno de estos, de este sector de la economía, también puedan tener sus derechos y se pueda hacer un seguimiento”, culminó.
Cabe indicar que 22 años han pasado desde la promulgación de la Ley N° 27651, llamada Ley de formalización y promoción de la pequeña minería y minería artesanal, aunque por la culpa de diversos gobiernos los logros de este proceso no son los esperados, toda vez que de los 500,000 mineros artesanales y pequeños solo 1,607 han logrado la formalización de sus actividades, mientras que tan 88,302 mineros figuran como inscritos en el Registro Integral de Formalización Minera (Reinfo) del Ministerio de Energía y Minas (Minem), un programa creado con el objetivo de incentivar la formalización de la minería ilegal, pero que, en la práctica, permite que esta actividad ilícita se siga realizando.