Los líderes Maoríes conservacionistas del Pacífico otorgaron el estatus de Personalidad Jurídica a estos mamíferos
El tratado, o también llamado He Whakaputanga Moana, se firmó en una ceremonia a la que asistieron Tūheitia Potatau te Wherowhero VII, el rey maorí, Tou Travel Ariki, el Kaumaiti Nui (presidente) de la Casa de Ariki, junto con ancianos de Tonga, Tahití y Hawai. Yo y Rapanui. Busca iniciar conversaciones entre gobiernos de todo el Pacífico para salvaguardar a esta especie vulnerable en el establecimiento de áreas marinas protegidas.
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Según el tratado, las ballenas serán reconocidas a partir de ahora como un ser que tenga derechos inherentes sin verse perjudicadas. Sus defensores esperan que estas nueva ley ayude a garantizar su protección. Desde siempre los barcos y las ballenas han compartido el océano. Sin embargo, sus interacciones han sido devastadoras para las ballenas, ya que los choques con barcos han sido la principal causa de muerte de estos grandes mamíferos. Otra causa es que existen empresas que adoptan prácticas insostenibles que afectan a estos gigantes marinos. Ahora con esta nueva implementación tendrán que cambiar esas prácticas. La declaración tiene como objetivo garantizar que las comunidades indígenas tengan la autoridad para administrar sus aguas ancestrales, fomentando una tutela más fuerte sobre las ballenas y el océano.
La protección de los océanos proviene de una profunda herencia ancestral. Las ballenas, conocidas como tohorā en maorí, y quienes ayudaron a guiar a los ancestros polinesios, son considerados taonga, (tesoros sagrados del océano), no son solo son vistos como una fuente de sustento, sino un ancestro vivo, un depósito de conocimientos transmitidos de generación en generación. que guía para comprender el delicado equilibrio de los ecosistemas, por eso deben ser tratados con respeto y consideración, ya que si llegaran a desaparecer el ecosistema se vería gravemente afectado ante su extinción.