Por: Pablo Carranza
¿Qué se viene con el inicio del juicio oral de Keiko Fujimori por el “caso cocteles”?
Ahora vamos a ver si los casi ocho años o nueve años de investigación de los fiscales superestrellas Vela y Pérez, dan la talla en un juicio oral. Vamos a ver si sus pesquisas de estos años superando con creces a los términos procesales y abusando justamente de la reserva y de la investigación, porque es un tema que se trabaja en gabinete y que se anuncia como ellos quieren a la opinión pública, a través de los medios. Ahora pueden verificarlo en un juicio oral como que es una diligencia que se lleva a cabo en sesiones públicas delante de todo el mundo y vamos a ver los argumentos. Vamos a ver cómo pueden acreditar que los aportes de campaña se constituyen en lavado de activos.
¿Hay algún tipo de ensañamiento con Keiko Fujimori o no?
Bueno, ha habido varias peticiones de prisión preventiva y allanamientos, pero, como le digo, esta investigación que debe condensarse en un documento que se llama acusación fiscal tiene que ser sólida. Es raro que el inicio de juicio oral haya sido rechazado en ocasiones por el juez de turno. Después ya de la décima vez es que ha entrado y vamos a ver ahora si resiste pues el análisis propio del debate que se da en un juicio oral.
¿Cree que es evidente las influencias de las ONG en el aparato de justicia?
Las teorías sobre la judicialización de la política tienen que ver con estas organizaciones que han venido sopretexto de defender los derechos fundamentales inyectando un veneno nocivo en los agentes que aplican la ley con justicia y equidad. Las ONG creen que están por encima de la república y también creen que toda la acción política puede reducirse a las fórmulas de investigación judicial o fiscal. Creo que eso es el propio de las ONG, como la Comisión Latina de Juristas y otros organismos más, que son las que han manejado, digamos, los programas de capacitación en la Academia de la Magistratura y que además en muchas escuelas han generado, digamos, este pensamiento ‘caviar’ nefasto por el cual se cree que la justicia es la aplicación de la ley en una situación concreta, como dicen todas las definiciones constitucionales y se convierte en un poder por encima del pueblo que elige a sus representantes democráticamente. Estamos ante una juristocracia, que es el gobierno de jueces y fiscales, que es lo que hemos tenido en los últimos tiempos, cuando un tribunal le invita a la plana al Congreso un asunto de su competencia o un juez supernumerario, o sea un juez provisional, le dice al Congreso que no elija al Defensor del Pueblo o a los miembros del Tribunal Constitucional. Entonces, están invadiendo los tribunales al Congreso y, en buen cristiano significa que sin que nos hayamos dado cuenta, se ha cambiado la constitución, porque ahora el poder ya no reposa en las instancias representativas del pueblo, a través de elecciones periódicas, tanto para el gobierno o al Parlamento.
¿Por qué cree que eso ha cambiado?
Ahora un grupo de sabiondos que, nutridos por ideologías caviares, que por cierto son internacionales y que funcionan en todo el mundo, se convierte en los nuevos dogmas de fe, desde los cuales se quiere trastocar la justicia. Por ejemplo, invirtiendo el principio de presunción de inocencia como lo dicta la Constitución. Ahora, como decía la fiscal Marita Barreto, la persona que es acusada tiene que demostrar que es inocente. O sea, cambiando completamente la regla del juego de lo que es una justicia democrática nacida de años en los cuales ha habido una actuación injusta por parte del poder, pero esa historia la quiere borrar el ‘caviaraje’, desde los mecanismos jurisdiccionales, Poder judicial, Ministerio Público y también con apoyo de la policía secreta, la DIVIAC.
¿Una eventual postulación a la presidencia de Alberto Fujimori alimentaría el antifujimorismo?
Es innecesario un personaje que está absolutamente decaído en su salud y más de 80 años diga que quiere ser presidente. Ni bien los caviares escucharon, inmediatamente funcionó la ‘internacional caviar’ y ya le metieron 5 juicios más. Es ese protagonismo que ya se había olvidado.
