El expresidente del Congreso Antero Flores Araoz señaló que producto de una progresiva formalización de mineros artesanales a nivel nacional, la industria de la joyería podría adquirir oro y otros metales preciosos a vendedores legales y así exportar sus productos a mercados internacionales.
En declaraciones al diario La Razón, explicó que “una de las cosas que debería hacerse para la formalización minera es simplificar los procedimientos, los requisitos, y por supuesto, no solamente los requisitos, sino los exagerados y también exagerado que se solicita. Entonces, si se simplifica todo ello, tendremos varios beneficios” dado que “también serviría para que los joyeros tuvieran donde adquirir oro y luego convertirse en exportadores de joyería que tiene un valor importante”.
En esa línea, dijo que “el Estado debería tener una agencia de compra de esos minerales porque esos informales que se legalizan no tienen canales legales para la exportación. Entonces, tendríamos que tener una especie de Minpeco (Minero Perú Comercial, antigua agencia de minería fundada por Juan Velasco Alvarado) como se tuvo en el pasado para los que no pueden exportar porque no tienen compradores formales y así evitamos también el contrabando”.
“Después de mucho tiempo, tenemos un ministro de Energía y Minería (Rómulo Mucho) del sector, que, siendo contratista en su momento para empresas mineras, conoce los pros y contras de la minería, tanto la formal como la informal, y tiene también ideas claras respecto a lo que se debe hacer”, manifestó, esperanzado Antero Flores Araoz.
No obstante, anotó que “este proceso de formalización no es de la noche a la mañana, requiere su tiempo y va a ser progresivo. Cuando se vea que la formalización tiene beneficios, ello, como te digo, incentivará a informalizarse”.
Ante la pregunta, de qué otros beneficios traería la legalización de los mineros artesanales, el también exministro de Defensa expresó que “los trabajadores de esa minería informal serán legales, y al ser legales, tendrán lógicamente beneficios laborales que ahora no tienen y algunos sectores, como la Seguridad Social, tendrá su afiliación a EsSalud, con lo cual su salud podrá mejorar. También el Estado recibirá beneficios, porque los informales hoy día no pagan nada de los impuestos ni tributos ni contribuciones y ello, al formalizarse, el Estado comenzará también a recibir ingresos por ello, ese es uno de los beneficios”.
“El otro es el tema social es que como son informales, muchas veces lo soliviantan contra el Estado y contra la sociedad, porque son fácil presa de elementos nocivos para la sociedad, que lo único que hacen es incentivar protestas absolutamente innecesarias, como toma de carreteras e inclusive haciéndole problemas a la minería legal. En consecuencia, hay muchos beneficios. Se beneficia el Estado, se benefician los trabajadores y también se benefician esos informales, porque ya no tendrán que estar actuando fuera de la ley para vender los minerales que extraen informalmente”, acotó.
Finalmente, indicó que “la formalización ayuda también a los trabajadores de esos mineros informales que dejan, a su vez, de ser informales, ya están en planilla, gozan de los beneficios sociales, están inscritos para los sistemas previsionales y también para el seguro social de salud”.
Cabe destacar, que algunos especialistas proponen un programa de formalización liderada por grandes empresas mineras como estrategia para contrarrestar los impactos adversos de la minería informal, fomentando acuerdos colaborativos de beneficio mutuo y promoviendo el desarrollo sostenible. Esto, ante la poca efectividad del Estado. Por ello, se destaca el papel crucial de estas empresas como facilitadoras del proceso, ofreciendo asistencia técnica, capacitación, financiamiento y facilitación para el procesamiento y la comercialización de minerales.
En ese sentido, la construcción de la confianza en la ley entre las partes interesadas se erige como una barrera fundamental, exacerbada por la falta de comunicación y entendimiento entre los actores y el rechazo lógico que puede suscitar tratar con grupos informales que explotan recursos dentro de concesiones mineras ajenas.
