Este virus se produce por infecciones en el hígado.
La Hepatitis B es una etapa constituida por una epidemia sumamente silenciosa debido a que, en la mayoría de los casos, no muestra los síntomas. Con el paso del tiempo, esto puede derivar en una enfermedad hepática crónica.
Recientemente, el Ministerio de Salud (MINSA) ha estado realizando campañas de forma gratuita para ofrecer apoyo y de esa manera, promover el diagnóstico exacto contra la Hepatitis B y C con el gran objetivo de generar conciencia frente a estas infecciones para que, a la postre, las personas puedan acceder a una cura rápida y tratamiento oportuno, lo cual se antoja clave.
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En el Perú, se estima de que 34.111 personas tienen lo que viene a ser la Hepatitis C. En el caso de la Hepatitis B, la situación es mucho más alarmante puesto que actualmente existen 135.333 personas que portan este virus en su organismo causandoles una grave infección en el hígado. Por ello, es importante prevenir antes que lamentar.
¿Qué es la Hepatitis B?
Como bien se conoce, la Hepatitis B es una infección que ataca severamente al hígado. Además de eso, la Hepatitis B suele tener una duración breve, la cual se denomina como la Hepatitis B aguda, que se extiende por un período inferior a los seis meses. Sin embargo, en algunos seres humanos, dicha infección se convierte en crónica y eso persiste más alla de seis meses.
La Hepatitis B crónica incrementa la chance de que puedas padecer enfermedades como por ejemplo: Insuficiencia hepática, Cirrosis y Carcinoma hepatocelular.
¿Cuáles son los síntomas de la Hepatitis B?
En este punto, se puede afirmar de que los síntomas pueden ser leves y severos. Mayormente, se suelen manifestar entre uno y cuatro meses después de la infección; no obstante, también se sabe de que podrían aparecer mediadas las dos semanas. En el caso de los menores de edad, no es muy común ver que presenten síntomas de este calibre.
Algunos de los signos y síntomas que una persona puede padecer están los siguientes: dolor abdominal, orina de color oscuro, fiebre, dolor articular, pérdida de apetito, náuseas y vómitos, sensación de debilidad y el color amarillento en la piel humana.
Estos son factores de alto riesgo que pueden ser causados a la larga por este virus infernal y que no perdona a nadie.