Un hombre de 59 años falleció en el parque arqueológico de Ollantaytambo. La tardanza y falta de insumos de los servicios de emergencia han sido criticadas por los testigos.
El pasado 16 de julio, un turista argentino de 59 años falleció mientras visitaba el parque arqueológico de Ollantaytambo, cerca de Machu Picchu, Perú. Carlos Jorge Rubinstein, quien recorría el sitio, sufrió una descompensación y colapsó repentinamente. Aunque la Policía Nacional de Perú (PNP) confirmó su muerte, el incidente se difundió masivamente en las últimas horas gracias a videos compartidos en redes sociales.
Rubinstein se encontraba explorando las históricas terrazas de piedra del parque cuando, de repente, se desplomó. Otros turistas y sus compañeros de viaje rápidamente notaron el incidente y comenzaron a administrarle reanimación cardiopulmonar (RCP). A pesar de los esfuerzos por restablecer sus signos vitales, Rubinstein fue declarado muerto en el lugar.
En los videos compartidos por testigos, se observa a varios turistas turnándose para realizar RCP mientras esperaban la llegada de los servicios de emergencia.
«Tiene pulsación ahora mismo», se escucha decir a uno de los presentes, mientras que otra persona reclamaba: «Sí, pero se le va. Necesito oxígeno». Los intentos de reanimación incluyeron llamados desesperados por el nombre del turista para mantenerlo consciente.
La frustración aumentó debido a la demora del servicio de emergencias, que, según los presentes, tardó aproximadamente 20 minutos en llegar al lugar y lo hizo sin un tanque de oxígeno. «No quieren venir los de la posta. Miré, ahorita están ahí en la posta», criticó uno de los testigos, evidenciando la falta de asistencia médica oportuna en el parque arqueológico.
El comandante Hanner Horna, de la Policía de Turismo, indicó que las causas exactas del fallecimiento de Rubinstein aún no están claras, ya que no se pudo confirmar si el hombre tenía enfermedades preexistentes. Sin embargo, la altitud del lugar, situado a 2.792 metros sobre el nivel del mar, podría haber sido un factor contribuyente en la descompensación.
No se ha confirmado si el cuerpo de Rubinstein será sometido a una autopsia para esclarecer las causas de su muerte. Entretanto, el jefe de policía ha denunciado la falta de progreso en la instalación de un centro de atención médica en el parque arqueológico, destacando que actualmente solo existe un hospital en Machu Picchu, el cual aún no está completamente operativo.
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Saúl Caipani, director de la Gerencia de Comercio y Turismo, señaló que una parte de los ingresos por boletos turísticos debería destinarse al mantenimiento de servicios higiénicos y la creación de centros médicos en las atracciones. No obstante, la falta de aprobación de proyectos por parte de la Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) ha impedido el uso de esos fondos.
Guido Bayro, titular de la DDC, aseguró estar comprometido a agilizar los procesos burocráticos necesarios para implementar mejoras, pero calificó dichos trámites como «lentos» y un obstáculo para realizar cambios de manera rápida y efectiva. La tragedia de Rubinstein ha puesto en evidencia la urgente necesidad de mejorar la infraestructura médica en los destinos turísticos de Perú.