La explosión en el estado de Borno, epicentro de la insurrección yihadista, dejó 19 muertos y 27 heridos según fuentes de seguridad.
El noreste de Nigeria fue escenario de una tragedia el miércoles pasado cuando una bomba explotó en un salón de té en la localidad de Kawuri, en el estado de Borno, causando la muerte de al menos 19 personas e hiriendo a 27 más. Este ataque se produce en una región afectada por la insurrección yihadista que comenzó hace 14 años.
Ibrahim Liman, miembro de una milicia que combate a los grupos yihadistas junto al ejército nigeriano, confirmó el trágico balance a la AFP: «Encontramos 19 cadáveres y 27 heridos». Otros dos milicianos corroboraron esta información. El atentado se produjo solo unas semanas después de una serie de ataques suicidas en la región de Gwoza, también en Borno, que dejaron 32 muertos en una boda, un hospital y varios entierros.
Autores desconocidos
Hasta el momento, ningún grupo ha reivindicado la explosión del miércoles ni los anteriores ataques en Gwoza. Tanto el grupo yihadista Boko Haram como el Estado Islámico en África Occidental (ISWAP) están activos en la región y han sido responsables de numerosos actos de violencia en el pasado.
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Aunque los atentados con bomba se han vuelto menos frecuentes desde que el ejército nigeriano logró expulsar a los yihadistas de los territorios que controlaban en 2014, los ataques y emboscadas en zonas rurales siguen siendo una amenaza constante.
Reacción del gobierno
El presidente de Nigeria, Bola Ahmed Tinubu, quien asumió el poder en mayo de 2023, se había comprometido a abordar la crisis de seguridad en este país de 229 millones de habitantes. Este reciente atentado subraya los desafíos persistentes que enfrenta su administración en términos de garantizar la seguridad y estabilidad en la región noreste de Nigeria.
La situación en Borno y otras áreas afectadas por la insurrección yihadista sigue siendo crítica. Los civiles continúan siendo las principales víctimas de la violencia, y la necesidad de medidas efectivas para proteger a la población y restaurar la paz es más urgente que nunca.
Mientras tanto, las autoridades nigerianas y las fuerzas de seguridad trabajan para identificar a los responsables de este ataque y prevenir futuros incidentes, buscando una solución duradera a la amenaza yihadista que ha devastado la región durante más de una década.
