Un fallo en las puertas de embarque y la ausencia de personal de apoyo dejó a un padre y su hijo en una situación de peligro durante su trayecto en la ruta C del Metropolitano.
En la tarde de hoy, un padre y su hijo de seis años vivieron momentos de angustia en la estación Angamos del Metropolitano, cuando quedaron atrapados en la plataforma de embarque debido a un fallo en la apertura de las puertas. El incidente ha puesto en evidencia la presunta negligencia del conductor del bus y la falta de personal capacitado para manejar emergencias en una de las rutas más concurridas del sistema de transporte.
Rod Garboza Eraso, el padre afectado, relató que tras un paseo con su hijo, abordaron la ruta C del Metropolitano en dirección norte-sur. Al llegar a la estación Angamos, la puerta de la estación no se abrió, lo que impidió que pudieran descender con normalidad. A pesar de hacerle señas al conductor para que retrocediera el bus y así activar el sensor de la puerta, sus peticiones fueron ignoradas.
Garboza explicó que el conductor, lejos de ofrecer una solución efectiva, les sugirió volver a ingresar al bus y descender por la puerta posterior. Sin embargo, esta opción resultaba impracticable debido a la alta cantidad de pasajeros y la falta de espacio. «El bus estaba lleno y al intentar volver a entrar, ya no había lugar», mencionó Garboza, quien agregó que la situación se tornó cada vez más tensa debido a la impaciencia de otros usuarios que exigían que el bus continuara su marcha.
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Durante los 10 minutos que quedaron atrapados en la plataforma, cuatro buses pasaron por la estación, incrementando el riesgo para el padre y su hijo. Garboza destacó la tranquilidad de su hijo durante el incidente, pero no pudo evitar reflexionar sobre lo que podría haber sucedido si se tratara de una persona con movilidad reducida o si su hijo hubiera sido más inquieto.
Finalmente, un empleado de mantenimiento, identificado por su chaleco naranja, acudió al lugar y abrió las puertas manualmente. No obstante, Garboza criticó la ausencia de personal regular de la estación, quienes deberían estar capacitados para responder rápidamente ante este tipo de situaciones. «Estuvimos ahí, en la plataforma, sin ayuda durante 10 minutos. Ningún miembro del personal de la estación nos asistió», señaló Garboza, evidenciando una falla en la gestión de emergencias del sistema.
Garboza hizo un llamado a la Autoridad de Transporte Urbano (ATU) para que supervise más rigurosamente el funcionamiento del Metropolitano y se asegure de que el personal esté debidamente capacitado para manejar situaciones de emergencia. Además, solicitó un mantenimiento más exhaustivo de las instalaciones y equipos, para evitar que otros usuarios se vean expuestos a riesgos similares en el futuro.