Miles de usuarios quedan varados en la capital tras paralización de rutas debido a extorsiones.
Hoy Lima enfrenta una nueva jornada de paralización del transporte público debido a las constantes extorsiones sufridas por empresas del sector. Los transportistas, ante la falta de acción del Estado, han decidido suspender sus servicios, afectando a miles de usuarios que luchan por movilizarse en una ciudad colapsada.
Extorsiones paralizan rutas y agravan crisis
Los distritos del norte de Lima Metropolitana, como Ancón, Puente Piedra, Comas, y Los Olivos, se encuentran entre los más afectados por el paro, que responde a las amenazas y atentados que enfrentan los transportistas. Esta medida de protesta había sido anunciada como más severa que las anteriores, y los testimonios en paraderos confirman su impacto. “Desde las 6 de la mañana estoy esperando y no pasa ningún bus. Esto está peor que el lunes», afirmó un usuario en Puente Nuevo.
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Los informales han aprovechado la situación para elevar los precios, con pasajes hasta cinco veces más caros. Mientras tanto, largas filas de ciudadanos esperan por horas en los paraderos, intentando encontrar un medio de transporte.
Dirigentes rechazan promesas del gobierno
Edgar Vitor Galarza, secretario general de Transportes Unidos, ratificó la continuidad del paro, criticando la falta de acción estatal ante las extorsiones. “No vamos a parar hasta ser escuchados. Las promesas del gobierno son solo mentiras”, declaró en una entrevista, agregando que más de diez empresas se han sumado a la medida de fuerza.
Entre las empresas paralizadas se encuentran Nueva Estrella, Sesosa, Vipusa y Novobus. Los transportistas han decidido concentrarse en la Plaza de Acho y luego dirigirse al Congreso en busca de un diálogo directo con la presidenta Dina Boluarte.
Respuesta del gobierno y promesas de seguridad
Por su parte, la presidenta Boluarte aseguró estar tomando medidas contra las bandas de extorsionadores. Durante un acto público, prometió que pronto se capturaría a los responsables, señalando: “Estamos respirándoles en la nuca. Pronto daremos con ellos”. Sin embargo, los transportistas siguen escépticos y piden medidas más concretas, como la creación de leyes más estrictas y un mayor despliegue policial.
El paro no solo afecta a los pasajeros, sino también a miles de trabajadores del sector, desde choferes y cobradores hasta mecánicos y vendedores ambulantes. Según los dirigentes, esta movilización continuará hasta que las autoridades brinden soluciones reales a la creciente ola de violencia que enfrenta el sector transporte.
