Los fiscales convertidos en mercachifles se pisan los talones unos a otros como alegando “yo lo vi primero” es mi cliente. Para corroborar lo arriba, usando la palabreja de moda, tenemos como referencia la maraña tejida por el presentador conocido como Chibolín.
Sin embargo, para Philips Mantequilla, eso es moco de pavo.- La de él –Dio a conocer un refrito- que no estalla todavía a los pies del aspirante a fiscal del año un tal characato Pérez. Es una bomba dijo pero que hasta hoy no tiene cuando explotar.
En este cuadro, la doña palaciega se ha dado en lanzar algunas palabras propias de arrabal o de barracones.
“Que les estamos respirando en el cogote”—lleva el índice a su cogote—refiriéndose a los delincuentes de toda calaña y forma. Los delincuentes por su lado, saludan ese verso y siguen aumentando hasta convertirse en pandemia.
Pero cómo es que pueda hacer algo significativo en este rubro y en otros con la manga de soplones y adulones que llama para ponerles el suncho de 30 mil soles. Ella los prefiere así con lo que muestra un gran cinismo y soberbia. Ejemplos abundan como el que dijera que las violaciones de niñas de los pueblos de la selva son una costumbre ancestral.
La doña ignora esa injuria; no reacciona y da su conformidad puesto que el sobón de turno sigue cobrando con su suncho. Otro adulón pontifica que en el país no hay hambre. (Claro, él cobra treinta mil y se da una opípara comilona)
Junto a ella se pegan todos de diferentes bancadas puesto que “no hay necesidad, no vale hacer cambios; el ministro del interior “está trabajando “dijo uno de la derecha. Será hue. —Nadie quiere que se interrumpa el chorro que les dan a los del callejón. Entonces la consigna es dejar hacer…dejar pasar así están bien. Que los delincuentes asalten, maten y roben, a la doña le importa un pito.
Bueno, para tocar el tema de moda con esto de Chibolín por aquí y que Chibolín por allá diré aun cuando sea una verdad de Perogrullo: la pita se rompe por la parte más delgada. Y Chibolín no ha descubierto la pólvora en eso de ser un tahúr o un tramposo se lo han enseñado “.los grandes “que se han valido de su agigantado delirio de grandeza. Y agarraron carne.
“Ahora que tienes un programa sácale el jugo” y así ‘llegaron las moscas al pastel. A él le enseñaron más de una maña: fiscales, jueces, alcaldes mismo Combe –era alcalde –que llegara al set más de cinco veces… alguien preguntara ¿por qué ah? Los fiscales que desde tiempo inmemorial se dedican a abrir y cerrar carpetas a pedido de sus clientes.
Ejemplo sobre esto de fiscales mercachifles se cuentan por manadas. Sin embargo, los que está un poquito más arriba de aquellos se hacen de la vista gorda pues para ellos, también habrá algo de la torta. Y ya vemos como ellos igual que los inquilinos del callejón seguirán aun cuando precarios, inquilinos permanentes de sus puestos.
De esta maraña de corruptela también abundan los benjis. Esos antes que eficientes defensores son absolutamente grandes cínicos y mentirosos. Solo una muestra: Una fiscal dijo que sus celulares habían caído al agua. Benji dijo que los entregó de mutuo proprio. Resultado que la fiscalita inmaculada entregó celulares recién adquiridos, según informe periodístico—o sea, que estaban vírgenes.
Ya vemos: la corrupción sigue en aumento.