El gobierno iraní exige una firme condena por parte del Consejo de Seguridad de la ONU tras un ataque aéreo israelí que destruyó un hospital de la Media Luna Roja.
El gobierno de Irán ha solicitado formalmente al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que condene de manera contundente el ataque perpetrado por Israel contra un hospital de campaña de la Media Luna Roja iraní en la región fronteriza entre Líbano y Siria. El embajador iraní ante la ONU, Amir Saeid Iravani, denunció el ataque como una flagrante violación del derecho internacional, señalando que se trata de un crimen de guerra. El hospital, que contaba con 56 camas, fue completamente destruido, aunque no se reportaron víctimas fatales.
En cartas enviadas tanto al secretario general de la ONU, António Guterres, como a la presidenta del Consejo de Seguridad, Pascale Baeriswyl, Iravani hizo un llamado urgente para que la comunidad internacional condene este «atroz» ataque. «El Consejo de Seguridad tiene la responsabilidad de proteger a los civiles y al personal humanitario», expresó el embajador, quien también subrayó que el hospital había sido creado con fines exclusivamente humanitarios para asistir a los desplazados libaneses y a las víctimas de los bombardeos israelíes.
Según el embajador, la Media Luna Roja iraní había informado previamente a la Cruz Roja Internacional sobre la instalación de este centro médico, que fue establecido para brindar asistencia vital en medio del conflicto. A pesar de la destrucción total de las instalaciones, las autoridades iraníes confirmaron que no hubo víctimas, aunque los daños materiales fueron considerables.
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El incidente se produce en un contexto de creciente tensión en la frontera entre Israel y Líbano, donde el enfrentamiento entre el ejército israelí y el grupo militante libanés Hizbulá ha escalado en las últimas semanas. Israel ha intensificado sus bombardeos en la región, causando la muerte de más de 2,100 personas y desplazando a más de un millón de libaneses, en medio de un conflicto que sigue deteriorando la situación humanitaria en el país.
Irán, que mantiene una fuerte alianza con Hizbulá y otros actores de la región, ha instado a la ONU a actuar de manera decisiva para frenar los ataques y garantizar la protección de las instalaciones médicas en zonas de conflicto.