Todos estamos siendo testigos diariamente de que la cantidad de crímenes ha aumentado, las cifras de incidencia delincuencial están por las nubes, hoy asaltan y matan por robarte hasta siete soles. En nuestra anterior columna dimos algunas medidas que debería tomar el gobierno para recobrar la seguridad en las ciudades. Más allá de las aspirinas, que más parecen placebos, del sector interior, intentando decirnos que este problema está en vías de solución; tenemos una inseguridad que viene avanzando, pero hay otra seguridad, que es igual de importante o más importante que la seguridad ciudadana, que también la estamos perdiendo. Esta es la «seguridad alimentaria».
¿Qué es la seguridad alimentaria? Es la posibilidad que todo ciudadano debe tener en acceder, consumir y disponer de alimentos necesarios, nutritivos, limpios y sanos, que satisfagan sus necesidades energéticas para vivir una vida plena, con salud y energía.
Según un estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), nuestro país es la nación más insegura alimentariamente de Sudamérica. Uno de cada cinco peruanos padece de inseguridad alimentaria severa. Cincuenta por ciento de los peruanos no tiene la capacidad económica suficiente como para acceder a una dieta saludable necesaria, es decir, no tiene los 3.28 dólares por día mínimos que se necesitan para adquirir alimentos que sostengan una sana alimentación; casi 17 millones de compatriotas sufren de inseguridad alimentaria y como consecuencia de esta padecen de anemia, sobrepeso y obesidad.
Una salida a este oscuro porvenir de tener una población anémica, que tendrá sus consecuencias en las próximas décadas con ciudadanos afectados en su desarrollo cognitivo, es fortalecer la agricultura familiar, más de dos millones de unidades agropecuarias familiares están listas para producir todos los alimentos necesarios para sacarnos de esta crisis, para esto se debe reenfocar el banco agrario hacia este sector de la agricultura, con créditos accesibles, muy blandos e incluso evaluar subsidios cruzados temporales, también es importantísima la labor de la cooperación técnica internacional para maximizar y aumentar la producción de estas parcelas, sumado a esto el gobierno debe garantizarles espacios donde puedan ofrecer directamente sus productos agrícolas a los vecinos para que en esta sinergia ganen todos, desde el agricultor que recibe directamente y sin intermediarios el dinero total producto de su venta y el ciudadano que se beneficia con precios accesibles.
Tengamos en cuenta que los países desarrollados sostienen su seguridad alimentaria en un 70% en la agricultura familiar. Perú debe recuperar ese papel agrícola de sus épocas ancestrales. Se debe implementar lo ya mencionado, sumado a los esfuerzos del Ministerio de Agricultura con sus ferias itinerantes, el interés de la cooperación internacional con su asesoría técnica y el concurso de gobiernos locales, dando espacios donde comercializar directamente sus productos. Todo esto garantizará no solo salir de ser el país más inseguro en temas alimentarios, sino volver a ser la nación agrícolamente robusta y poderosa que alimente al mundo.