Se registraron 3 personas fallecidas en el distrito de Ate Vitarte, esto tras la culminación del paro de transportistas
En la madrugada del 24 de octubre, solo horas después del paro nacional de transportistas, un trágico triple asesinato ocurrió en el distrito de Ate Vitarte, Lima. Sicarios acribillaron a tres miembros de una familia en la zona de Huaycán, en el Cerro La Libertad. Las víctimas fueron identificadas como Zulma Rodríguez Rivera (50), su hija Anyela Lucía (24) y su hijo Ítalo (18).
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Según los reportes preliminares, los atacantes irrumpieron en el domicilio y dispararon a quemarropa a las víctimas. Alfonso, esposo y padre de los fallecidos, fue alertado de la tragedia mientras trabajaba en Ica. A las 03:40 a.m., recibió una llamada con la terrible noticia por parte de sus vecinos. Al regresar a su casa, encontró a la Policía Nacional (PNP) en el lugar, quienes le impidieron ingresar a la escena del crimen.
Dos menores sobrevivieron al ataque
En el momento del ataque, dos menores de 6 y 9 años (una nieta y la hija menor de Alfonso) estaban en la vivienda y fueron las únicas sobrevivientes. Alfonso declaró que no había recibido amenazas previas y aseguró que su familia «no tenía problemas con nadie«, describiéndolos como personas tranquilas.
Demora en la llegada de peritos genera indignación
El hermano mayor de las víctimas mostró su indignación por la demora de las autoridades. Señaló que los peritos de criminalística y la Fiscalía llegaron recién al mediodía, varias horas después del incidente. «¿Qué hace mi familia bajo el sol? ¿Acaso son animales?«, reclamó a la prensa.
Exigencia de justicia y ayuda económica
La familia exige justicia ante el incremento de la criminalidad en el país. «He perdido a mi familia y espero que la presidenta Dina Boluarte vea lo que está ocurriendo en el Perú. El país se desangra día a día«, lamentó el hermano de las víctimas. Además, la familia, de condición humilde, pide ayuda económica para cubrir los gastos del sepelio.
La Policía Nacional ya se encuentra investigando el crimen, mientras Ate Vitarte sigue bajo estado de emergencia debido a la creciente ola de violencia en la zona.
