Teherán asegura que tomará medidas contundentes tras el ataque aéreo, mientras se intensifica la tensión en Oriente Próximo.
La República Islámica de Irán ha elevado su tono frente a Israel, asegurando que utilizará «todas las herramientas disponibles» en respuesta al reciente bombardeo israelí que impactó en diversas instalaciones militares en suelo iraní. Así lo comunicó este lunes el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Esmaeil Baghaei, en una conferencia de prensa televisada, aumentando la incertidumbre en una región ya marcada por constantes hostilidades.
El ataque israelí, llevado a cabo en la madrugada del sábado, incluyó tres oleadas de bombardeos aéreos que, según el ejército israelí, tuvieron como objetivo fábricas de misiles y otras infraestructuras militares clave en Irán. Aunque en un primer momento Teherán intentó minimizar el impacto de los ataques, calificándolos de «daños limitados», la reciente advertencia de Baghaei demuestra un cambio en la postura oficial iraní, sugiriendo una posible escalada de las represalias.
La magnitud de la respuesta iraní aún se desconoce. Baghaei, al referirse a las futuras acciones, afirmó que dependerán de «la naturaleza de las agresiones israelíes» sin dar mayores detalles. Esta declaración fue respaldada por el líder supremo iraní, el ayatolá Ali Khamenei, quien el domingo instó a los líderes de su país a demostrar la fortaleza de Irán ante Israel, resaltando que el ataque no debe «subestimarse ni exagerarse».
Este ciclo de hostilidades entre ambos países se ha intensificado desde el 1 de octubre, cuando Irán lanzó una serie de misiles hacia territorio israelí, muchos de los cuales fueron interceptados, según informes de defensa israelíes. Además, Teherán ha reiterado su apoyo a los grupos armados en Líbano y Gaza, en un conflicto que sigue expandiéndose a lo largo de la región.
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Mientras tanto, Israel ha optado por reforzar su seguridad y trasladar las reuniones de gabinete a una ubicación secreta, luego de que un dron de Hezbollah atacara la residencia privada del primer ministro, Benjamin Netanyahu, el pasado 19 de octubre. Las medidas de seguridad incluyen la restricción de asistentes y la prohibición de armas durante las reuniones de alto nivel. Este drástico cambio fue confirmado este lunes por fuentes gubernamentales israelíes.
La comunidad internacional, liderada por Estados Unidos, ha manifestado su preocupación ante una posible escalada mayor en Oriente Próximo, con el presidente Joe Biden instando a evitar un conflicto de gran escala en la región. Sin embargo, la respuesta de Irán y el curso de las hostilidades indican que la situación podría volverse más compleja en los próximos días.