– Falta una semana para las elecciones en Estados Unidos ¿qué perspectivas tiene?
Creo que las expectativas en los Estados Unidos siguen creciendo en favor de una sociedad que quiere consolidar una opinión mayoritariamente acertada sobre su futuro presidente. El peso y piso de Donald Trump sigue siendo importante en este proceso, eso se refleja en unas encuestas en las que aparece algunos puntos por encima de Kamala Harris que, he dicho hasta antes del recambio con Joe Biden, era una desconocida en términos de trascendencia en la política internacional estadounidense. De otra manera, ella hubiera sido la candidata natural a la presidencia siendo vicepresidenta. Eso no ha pasado. Ella es una candidata por las circunstancias. Entonces, yo creo que los estadounidenses van a decidir entre soportar la férrea arremetida de un mundo multipolar para mantener a Estados Unidos unipolar con Donald Trump o doblegarse a sabiendas que con una presidenta como Kamala Harris podría llevar a Estados Unidos a la afirmación del mundo multipolar, con lo cual acabaría un capítulo importante en la historia de las relaciones internacionales contemporáneas donde Estados Unidos ha sido el super hegemón del sistema internacional.
– ¿Cambiará la política americana respecto al tema de Venezuela, dependiendo de quien salga elegido?
Creo que Estados Unidos de América tiene una política de Estado en relación a las democracias y a los estados de derecho en cualesquiera de los países del globo. Sin embargo, en el tema de Venezuela yo sí estoy persuadido de que Donald Trump como presidente le podría dar el impulso que no ha tenido en los últimos cuatro años para generar y promover el desencadenamiento de lo que todo mundo quiere para Venezuela y se produzca una Venezuela libre. Es decir, con Kamala Harris va a persistir el statu quo de un Estados Unidos que ha dejado avanzar mucho a Nicolás Maduro y allí están los resultados. Un proceso electoral planeado para que se convierta en fraudulento, un proceso violentado, y por consiguiente también planeado y calculado. Ahora, el señor Vladimir Putin recibe a Nicolás Maduro en el marco de una cumbre del BRICS como si nada hubiera pasado, terminando de empoderar a Maduro a cuesta de una falta de movimiento de fichas del Washington Demócrata.
– ¿Si saliera elegido, con qué Donald Trump nos vamos a encontrar, respecto al del 2016 al 2020?
Creo que vamos a ver a un Donald Trump más cuajado y más maduro, seguramente irreverente, pero, finalmente, claras y precisas sus ideas. Además, nadie le puede objetar que tiene valentía porque en el reciente atentado que sufrió en junio de este año se mostró siempre con la frente en alto y eso ha sido a mi juicio importante para capitalizar el perfil de lo que en el ‘Destino Manifiesto’ se tiene de la figura del presidente de Estados Unidos de América. Donald Trump con cuatro años de experiencia lleva la delantera a cualquiera para auscultar a Estados Unidos y volverle a dar el protagonismo que progresivamente los demócratas han ido cediendo y dando paso, por ejemplo, a China en el continente sudamericano, cosas que jamás deberían asumirse o pensarse mirando la dinámica del poder desde las relaciones internacionales.
– Finalmente ¿cree que se ha formado una división irreconciliable en la sociedad americana?
Mira, estoy bajando del avión, vengo de Nueva York por casi dos semanas y lo que he tratado de hacer es caminar mucho para tener contacto con la gente, escucharlos y mirar cómo va el temperamento neoyorquino y, por tanto, estadounidense. Yo creo que Estados Unidos sigue siendo ese país importante y hegemónico, que evidentemente ha tenido niveles de polarización ¿cómo no? pero eso está en el nivel político. En el nivel socioeconómico los estadounidenses siguen trabajando y avanzando, pero les preocupa mucho el lugar de Estados Unidos en la historia contemporánea y creo que ellos al final van a apostar por un jefe de Estado que garantice esa hegemonía en un mundo unipolar. Y, creo, no porque tenga mis apreciaciones en favor de los republicanos, que jamás he escondido, sino que mirando las necesidades del momento actual para Estados Unidos y lo que requiere para su relacionamiento en el globo, el perfil de Donald Trump a mi juicio encaja según las circunstancias para el siglo XXI.
((RECUADRO))
El riesgo
“Kamala Harris podría llevar a EE. UU. a la afirmación del mundo multipolar, poniendo fin a un capítulo donde EE.UU. ha sido el super hegemón del sistema internacional”, dijo Rodríguez Mackay.
