Cuarta de abono en Acho
Texto: Magaly Zapata
Fotos: Mónica Lucas
Y sucedió otra vez. Y van tres. Galván, Ponce y ahora Borja Jiménez. Si el éxito de una feria se mide por las veces que la puerta grande se abre, vale el baremo que además indica el sentir del público.
Lo querían y lo consiguieron, encumbrar al triunfo en su presentación como matador de toros a Borja Jiménez, en el primero de la tarde pidieron dos y el palco dio una, otra se llevó del último.
Oreja “de palco” la de Miguel Ángel Perera que debió dejar al pasear el anillo, protestada, inexplicable concesión ante ignominioso bajonazo. Lamentablemente Alfonso de Lima no tuvo material para jugarse un triunfo.
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Cinco toros de Núñez del Cuvillo y uno de Sancho Dávila, españoles, disparejo encierro en presentación, de más a menos en condición, el lote de Borja Jiménez fue el que más oportunidades ofreció, a tenor del buen juego del primero que recibió con lances a pies juntos al recibirlo y en muleta aceptó la exigencia, doblones de inicio con uno del desdén colosal encendieron la mecha, prosiguió en estructurada faena, conciso y macizo, sin dejarse topar el engaño por el cabeceo final del trazo, condujo las embestidas por ambas manos ante un público entregado que jaleaba al sevillano y que luego del espadazo pidió el doble trofeo. Sólo una le dio el palco.
Concuerdo. Y aun cuando el cierra tarde se vino a menos se arrimó a las astas, cruzado al pitón de afuera motivó la embestida y con otro espadazo hizo caer pronto al burel, los pañuelos empujaron y otra oreja le abrió el portón del triunfo.
Torero de dos escapularios 2004 y 2009, Miguel Ángel Perera llegó a esta feria en mérito de aggiornamento. Toreó con su peculiar manera, estilo seco y manos bajas, exigiendo y sometiendo, cinceló dos buenas faenas con temple y mando, lamentablemente con la mácula del acero. Una pinchó y la otra espada se les fue a los bajos.
Entre pitos y palmas, es lo que se recordará con pena, de su vuelta al ruedo, sin trofeo en mano, que la dejó ante las protestas.
Y pesará tanto como la desazón de ver salir a pie al peruano Alfonso de Lima sin premio, Acho lo esperaba, venía en su mejor momento, cuajado y preparado ante el atenazante reto de volver a su plaza después de varios años, el primero se desentendió del pleito, se rajó, se orientó; el otro buscaba lo que dejaba atrás, porfió ante el sordo peligro atornillado a la arena y pedían brevedad.
Altibajos de una tarde en la que el público matizó y valoró. Nos queda una más de abono, el cartel estrella, el número 1 vuelve a su plaza, Roca Rey, con Castella el triunfador del escapulario 2023 y después de muchos años Manzanares, heredero del arte de su padre, estamos en cuenta regresiva para abrochar nuestra gran temporada de toros limeña.
Doblón de Alfonso de Lima
Arrojado inicio de faena de Perera