Precipitaciones de moderada a fuerte intensidad estarán acompañadas de ráfagas de viento y tormentas eléctricas, según pronóstico vigente desde el 18 de noviembre.
El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi) ha emitido un aviso de nivel naranja que advierte sobre la llegada de lluvias de moderada a fuerte intensidad en nueve regiones del país, a partir de este lunes 18 de noviembre. Este evento, que incluye descargas eléctricas y ráfagas de viento de hasta 50 km/h, se extenderá hasta la medianoche del martes 19, cubriendo un periodo total de 47 horas.
Las regiones con posible afectación son Cusco, Huánuco, Junín, Loreto, Madre de Dios, Pasco, Puno, San Martín y Ucayali. El Senamhi prevé acumulados diarios de hasta 65 mm en la selva sur, 60 mm en la selva centro y 50 mm en la selva norte. Para el martes, los valores máximos podrían incrementarse a 55 mm en la selva norte y mantenerse en la selva centro.
El organismo meteorológico recomendó tomar medidas preventivas frente a los riesgos asociados con este fenómeno, como deslizamientos y crecidas de ríos. Entre las sugerencias destaca reforzar techos y estructuras vulnerables, evitar zonas inundables y priorizar la seguridad en áreas rurales y urbanas.
Además, en paralelo a este pronóstico, el Senamhi emitió un aviso de nivel rojo para la sierra, anticipando un aumento significativo en las temperaturas diurnas hasta el martes 19 de noviembre. Este fenómeno estará acompañado de ráfagas de viento de hasta 35 km/h, incremento de la radiación ultravioleta y posibilidad de lluvias aisladas. Las temperaturas máximas oscilarán entre 19 °C y 30 °C en las distintas zonas de la sierra.
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En Lima, el pronóstico para el lunes 18 señala temperaturas de 16 °C a 25 °C en el este, y de 18 °C a 24 °C en el oeste. Se espera cielo nublado durante la mañana, con intervalos de nubes dispersas al mediodía y tendencia a nubosidad por la tarde.
El Senamhi instó a la población a mantenerse informada a través de sus canales oficiales y a seguir las recomendaciones de las autoridades locales para minimizar el impacto de estos eventos climáticos en la población y las infraestructuras.