Por: Arturo B. Berdejo Vera // Falsía…

por | Nov 24, 2024 | Opinión

El quinquenio que vivimos y se iniciara con el corrupto Pedro Castillo, cedió la posta, por el golpe de estado, a su vicepresidenta y mejor secretaria de Vladimiro Cerrón, la señora Dina Boluarte. Ella siguió el mismo ritmo mafioso y de allí que haya recibido el 94% de desaprobación y descendido su aprobación a 3%.

Un informe sindica al calentón expremier Otárola haciendo de filántropo político, que regalaba miles de dólares a congresistas para que blindaran y se hicieran los suecos con las estafas llegadas de palacio.

El informe se nutre de la confesión de una joven señora que fuera víctima de las arrechuras del entonces premier a la que hoy el misógino Beto la ha tomado como piñata soltando flores para el corrupto expremier. Una maña, es mañosamente hacer creer que todo el “calentamiento”—por la señora Yaziré fue en el año 2021—claro—apunta a quitarse que fuera funcionario público.

Lo extraño es que la gran hipocresía llega del callejón: “No es conveniente ahora, reemplazar o quitar a ningún secretario de la Doña”. Claro, aquellos tienen puerta libre para aumentarse las bonificaciones y ganar como exitosos empresarios cuando en realidad vinieron con una mano atrás y otra adelante. Misios ganapanes que hoy se catapultan como adinerados.

El de la Tv se arrogó conocimiento de laboratorio químico y en tal ritmo dijo que la señora Yaziré hablaba así porque estaba evidentemente drogada. Es decir el misógino estaba furioso contra ella y la quería hacer papilla como cuando un anormal dijo a otro: mira esa cucaracha… el otro respondió colérico: písala, písala. – Entonces junto a la hipocresía palaciega está también en el misógino que volvió a endiosar a un reverendo chantajista tal como hiciera el tristemente célebre Chibolín. “Soy tu abogado pero si no me das 250 mil dólares te puedes ir adentro”

Amenazaba a un tal jara. Gran hipocresía de aquellos: entrevistador e invitado.

En cuanto de palacio vienen un sin número de falsarios anuncios contando maravillas cuando, repetimos, la Doña solo alcanza 3% de aprobación. Lo extraño es que la gran hipocresía llega del callejón: “No es conveniente ahora, reemplazar o quitar a ningún secretario de la Doña”.

Claro, aquellos tienen puerta libre para aumentarse las bonificaciones y ganar como exitosos empresarios cuando en realidad vinieron con una mano atrás y otra adelante. Misios ganapanes que hoy se catapultan como adinerados. Ahí tiene a la “gringa” aquella que se enorgullece de haber ingresado a los Estados Unidos de América, rampando y es allí donde invierte ¿su dinero?

Y preguntemos: ¿de dónde pecata mea? La hipocresía es monumental.

Y la hipocresía es evidente desde palacio y sus secretarios los que se empeñan en esconder la miseria; los que encierran a la población en desgracia para que los visitantes al foro de APEC no lo vieran. Que no vieran e identificaran al sobón que dijera que las violaciones a niñas en una región de la selva peruana es una costumbre ancestral y Ud. No se haga bola. Que no viera e identificaran al inútil que dijera que los pobladores peruanos comen como músicos,– después de la retreta. Son panzones de tanto que se embuten… a ese par de alhajas la doña ¿los protege?

Cómo no considerar que es una gran hipocresía la del Interior que dijera que si “su táctica” de acabar con la delincuencia no daba resultado él se iría. Pero ahí sigue muy campante listo a recibir nuevo cariñoso abrazo de la doña.

¡Uy cómo estará el trinchudo Oscorima! –¿Cómo…y mis relojes…? Pucha, mejor,… devuélveme el rosario de miaadreee…


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