El Ejecutivo peruano ha confirmado su interés en adquirir 24 aviones de combate por un presupuesto de US$3.500 millones
En las últimas semanas, las delegaciones de las fábricas de aviones de combate Rafale (Francia), F-16 (EE.UU.) y Gripen (Suecia) han sostenido reuniones con autoridades peruanas, confirmando el interés del Ejecutivo en adquirir una flota de 24 cazas con un presupuesto de US$3.500 millones.
Durante la Feria Internacional de Drones, Aviones y Espacio (Sitdrone), que se celebra en la Base Aérea Las Palmas, las empresas Lockheed Martin (F-16) y Saab (Gripen) presentaron simuladores de vuelo, mientras Dassault (Rafale) mostró una maqueta de su avión. Las reuniones entre las comisiones de estas empresas y funcionarios del Ministerio de Defensa y el Comando de la Fuerza Aérea del Perú (FAP) evidencian el inicio de una feroz competencia para conseguir el contrato.
Lee también:
Papel clave de las compensaciones
Más allá de las ofertas económicas y técnicas, la elección de la empresa ganadora también dependerá de la propuesta de compensación (offset), que es un requisito esencial para el Estado peruano. Este mecanismo busca fortalecer la industria nacional mediante la transferencia de tecnología, la capacitación de personal y la coproducción de componentes.
Por ejemplo, la empresa sueca Saab, como parte de su venta de aviones Gripen a Brasil, ha logrado que empresas locales produzcan partes de estos cazas y participe en su ensamblaje. Este tipo de acuerdos es altamente valorado por Perú, ya que fomenta el desarrollo de capacidades industriales y tecnológicas locales.