A través de un comunicado difundido en sus historias de Instagram, el exfutbolista Jefferson Farfán negó rotundamente cualquier vínculo con la fiscal Elizabeth Peralta.
La fiscal enfrenta investigaciones por presunto tráfico de influencias y lavado de activos junto al presentador Andrés Hurtado, conocido como Chibolín.
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Declaraciones de Jefferson Farfán
El exintegrante de la selección peruana rechazó las afirmaciones difundidas en un reportaje donde se le relaciona con la fiscal suspendida, alegando que dichas acusaciones son infundadas. Además, anunció que enviará una carta notarial exigiendo una rectificación inmediata: «Caso contrario, tomaré las acciones legales que la ley me otorga«, manifestó Farfán.
El pronunciamiento se da luego de que el abogado Deivar de la Rosa, asistente del despacho de Peralta, mencionara que la magistrada realizó videollamadas con Farfán y Edison Flores desde la oficina del Ministerio Público. Según De la Rosa, en una de esas llamadas, Peralta habría mostrado a Farfán, quien se encontraba en una barbería, al equipo de trabajo presente.
Respuesta de Edison Flores y contexto legal
En el mismo reportaje, la defensa de Edison Flores negó cualquier participación en estas videollamadas. Sin embargo, no se obtuvo respuesta del equipo de Farfán antes de la emisión. Estas revelaciones se difundieron en la víspera de la audiencia donde el juez supremo Gustavo Álvarez decidiría si Peralta enfrentará prisión preventiva por 18 meses o continuará el proceso en libertad.
Empresa de pavos y presuntos sobornos
Otro punto destacado en el informe es la supuesta empresa de pavos y panetones que la fiscal Peralta habría utilizado como fachada para recibir sobornos. Según De la Rosa, la magistrada justificaba la venta de estos productos como un apoyo a su hija. No obstante, las investigaciones indican que esta empresa no figura en registros públicos ni en las declaraciones juradas de Peralta o su hija, Erika Soto, empleada de la SUNAT.
Trama de tráfico de influencias
Desde 2019, De la Rosa formaba parte del equipo de Peralta y estuvo presente cuando las oficinas de la magistrada fueron allanadas en el marco de las investigaciones por lavado de activos. Según sus declaraciones, los presuntos sobornos habrían sido encubiertos bajo la excusa de la venta de vales de pavos y panetones.