El Servicio Militar Obligatorio (SMO) en Perú fue establecido por el presidente Ramón Castilla, llamada la Ley de Reclutamiento, fijaba la obligación de servir al Ejército a los ciudadanos peruanos varones, entre los 18 y 50 años, y sirvió para enfrentar amenazas internas o externas de la República.
Perú es una nación que tiene fronteras con cinco países. Es un territorio rico y codiciado, a lo largo de la historia. Desde 1826, hemos visto cercenada nuestra geografía, producto de ambiciones de nuestros vecinos, y que debido a la desidia y malas decisiones de nuestros políticos no hemos podido defender, a pesar de la valentía de nuestros compatriotas, como se ha demostrado en todos los conflictos bélicos que hemos enfrentado.
El SMO estuvo vigente hasta el 23 de diciembre de 1999, fecha en la que se promulgo la ley 27370 y se creó la transición hacia un Servicio Militar Voluntario (SMV), cuyo proceso pareciera que continúa hasta la fecha, porque no se ha logrado captar la suficiente cantidad de soldados que permitan mantener una fuerza operativa acorde a las necesidades de la Defensa.
Perú es un país muy rico en recursos naturales en su costa, sierra y selva, por ello debemos ser muy cautelosos en salvaguardarlos para nuestras futuras generaciones. En ese sentido, debemos tener una clarísima y efectiva política de Defensa conjuntamente con el desarrollo del país.
Nuestra patria, debido a su accidentada geografía y relieve, está expuesta a continuos embates de la naturaleza como: terremotos, temblores, inundaciones, sequías, riadas, etc. Desastres naturales que demandan tener planes operativos de Defensa Civil, donde se cuente con medios materiales y humanos para hacer frente a estas emergencias.
Desde la eliminación del SMO, muchos de nuestros jóvenes, que antes acudían a servir a la patria, se han sumado a las barras bravas, pandillas y delincuencia. Convirtiendo a la inseguridad ciudadana en uno de los principales problemas que afrontamos todos los peruanos, quienes estamos expuestos a robos, asesinatos, sicariatos y extorsiones. No nos olvidemos de la minería ilegal, este flagelo que destruye el medio ambiente, socava nuestra economía y conlleva a un aumento en la trata de personas para la prostitución.
En el mundo, existen países que han mantenido el SMO con diferentes periodos de servicio y varias modalidades en su cumplimiento, pero siempre obligatorio. Entre ellos tenemos a Suiza, Finlandia, Noruega, Grecia, Turquía, Rusia, Egipto, Cuba y, no tan lejos, en Sudamérica a Brasil, Venezuela, Colombia, Paraguay, entre otros.
En Perú, debemos diseñar un nuevo modelo de SMO, que garantice la seguridad externa e interna del país, con la incorporación de jóvenes de entre 17 y 18 años, que cumplan de 1 a 2 años de servicio, a los que se les ofrezca un incentivo económico y una educación superior técnica para obtener un futuro digno. Estos nuevos soldados deben recibir entrenamiento para la Defensa Nacional, preparación como brigadistas, para enfrentar desastres naturales, y, a la vez, infundirles valores, principios y amor a la patria para que sean mejores ciudadanos y no tengamos que seguir pensando en construir más cárceles o contar con una mayor cantidad de policías.
Finalmente, hay que tener en cuenta que siempre fue, es y será un honor servir a la Patria.
(*) Expresidente del Consejo de Ministros
