La señora Dina Boluarte –luego de que le serrucharon el prominente y horrendo morro que ostentaba- sigue aún sentada en el sillón de Pizarro, a pesar de las múltiples infracciones a la Constitución Política y de sus constantes bravatas y de que tutilimundi le reclama su nefasta actitud que contradice los deberes de función de una mandataria.
Aun cuando se hicieron denodados esfuerzos para que la serruchada no saliera al aire, el evento del serrucho lo supo hasta el emolientero de la esquina.
Pero ay de los adulones de treinta mil mangos mensuales. Uno compungido, con ojales humedecidos, declaró que a él no le consta la serruchada de ninguna nariz. El de Salud alegó que a él nadie lo invitó a presenciar la serruchada, por lo tanto afirmó “a mí no me consta”.
Para colmo, una vez informado dijo que se está haciendo olas por una intervención ambulatoria.
El más despintado o los muchos que se han borrado el morro saben que es una operación delicada y demanda varios días de reposo o recuperación.
Entre tanto la nariz de la doña va cobrando fama. Como no podía ser de otro modo una fujimorista “soltó toda su inteligencia” y cachosamente afirmó indignada: ¿Vacar a una persona por que le sacan la muela? Y siguió en ese ritmo engatusando a los boquiabiertos reporteros haciéndose más chistosa que el Chato Barraza, sin que nadie atinara aclararle el entuerto.
Debieron refutarle su deliberada ausencia en palacio de gobierno y remarcarle que el país estuvo sin mandataria. Muchos asumieron que sus argumentos correspondían a su condición de fiel seguidora de la consigna de la chika. Patricia que gozaba de respeto y admiración echó por tierra esa benevolente apreciación, pues se erigió como una adulona gigante. Deliberadamente soslayó el principal motivo de la indignación popular y la infracción constitucional.
Pero hay más y más indignante. Uno que no era funcionario cuando se produjo la serruchada salió muy molesto lanzando sapos y culebras afirmando que la doña nunca dejó el poder. Preguntaron los de a pie: Y Ud. cómo michi sabe si ni siquiera era un humilde mensajero palaciego. Endefensa de su patrona lanzó bravatas e insultos contra el que lo precedió en el cargo.
Y detrás de la nariz, ya sin morro, se iban alineando los demás adulones. Y en efecto, no podía faltar el engreído de la reina que oficia de ministro del Interior, que salió para recordarnos que la mandataria, su patrona, está trabajando incansablemente… Que a él le consta. Si ´on.
Lástima, también por un jurista que fuera Presidente del TC y dizque se lanza a la defensa de la mandataria de forma gratuita – ad honorem—lo que por supuesto nadie le cree, ni el más despistado de los mortales. Se supone que Blume es fakir; es decir, no necesita cobrar pues no come. Sin embargo, uno que no es jurista le dio una paliza –verbal por cierto—en un set de Tv.
La doña, por su lado, mientras recibe ese calor gratuito aumenta su prepotencia y ya no habla de gobierno si no que se ha dedicado a lanzar sátiras de “callejón de un solo caño” “Dicen por ahí que me van a vacar je je je”. Y de que: “Algunos hablan de que no trabajamos, pero vean al país que todo es maravilla”. Mientras, una manga de adulones no se cansa de lanzarle vivas y aplausos.
Miembro (r) de la Marina de Guerra y analista político.
