SECRETARIO DE ESTADO ACUSA DE “FLAGRANTE ASALTO” Y DE HABER USADO SUPER ARMAS EN ATAQUE
El ataque a dos petroleros en el Golfo de Omán, huérfano aún de autoría, ha dejado a uno de los barcos a la deriva, devorado por las llamas y con una densa columna de humo elevándose desde su malherido esqueleto. El sabotaje, el segundo acaecido en un mes en una zona clave para el transporte global de petróleo, ha disparado los precios del crudo y ha recrudecido el temor de un conflicto militar entre Estados Unidos, sus aliados en el Golfo Pérsico e Irán, tras semanas de tensión.
A última hora de este jueves, el secretario de Estado estadounidense Mike Pompeo ha responsabilizado a Irán del «flagrante asalto». «Esta conclusión se basa en la inteligencia, las armas empleadas, el nivel de experiencia necesario para ejecutar la operación, los recientes ataques iraníes contra otros barcos, y el hecho de que no exista ningún grupo ‘proxy’ operando en la zona que disponga de los recursos y la capacidad para actuar con semejante grado de sofisticación», ha señalado en rueda de prensa.
«Las fuerzas navales estadounidenses en la región recibieron dos llamadas de socorro a las 6.12 AM hora local en Omán y una segunda a las 7.00 AM», informaba Joshua Frey, portavoz de la Quinta Flota de la Armada estadounidense. Desde su base en Bahrein, el contingente vigila el estratégico estrecho de Ormuz, la vía por la que transita el 40% del total de petróleo transportado por mar en el planeta.