La cantante y actriz pidió que se respete la apariencia física de las personas y reflexionó sobre los efectos del acoso público.
En medio de la promoción de su papel en la película Wicked, Ariana Grande ha alzado la voz contra las críticas hacia su apariencia física. En una reciente entrevista con la periodista Salima Poumbga, la artista habló con sinceridad sobre el impacto del acoso que ha enfrentado durante años, llegando a conmoverse hasta las lágrimas.
«He estado expuesta al escrutinio público desde que era adolescente», expresó Ariana, recordando los inicios de su carrera. “Siempre hay alguien opinando sobre lo que está mal en ti. Si haces un cambio, encuentran algo nuevo que criticar. Es agotador y doloroso”.
La intérprete de éxitos como Into You señaló que estas críticas no solo provienen de desconocidos en redes sociales, sino también de personas cercanas que, aunque sin mala intención, perpetúan comentarios dañinos. «Incluso en situaciones familiares, como una cena de Acción de Gracias, que alguien diga ‘te ves diferente’ o ‘¿has subido de peso?’ puede ser incómodo y doloroso», compartió.
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Ariana enfatizó la importancia de detener la normalización de los comentarios sobre el cuerpo de los demás, destacando cómo estos mensajes pueden afectar la autoestima y salud emocional de cualquier persona. «La comodidad con la que la gente opina sobre otros es peligrosa. Nadie debería tener derecho a hablar mal de alguien más», afirmó con determinación.
La cantante también reflexionó sobre la fortaleza que ha desarrollado para manejar las críticas, apoyándose en un entorno de personas que promueven su bienestar. “Tengo la suerte de contar con amigos y familiares que me recuerdan mi valor más allá de lo superficial. No puedo seguir permitiendo que las opiniones negativas ocupen espacio en mi vida”, expresó.
Grande concluyó con un mensaje alentador, subrayando la necesidad de priorizar su salud emocional y rodearse de amor y apoyo. “Hay cosas más importantes en la vida que intentar cumplir con las expectativas de otros. Elegí concentrarme en las cosas que realmente me llenan: mi trabajo, mis amigos y mi felicidad”.
El emotivo testimonio de Ariana ha generado apoyo de sus seguidores y reabrió el debate sobre los límites del escrutinio público, dejando una lección clara: el respeto y la empatía deben ser fundamentales en cualquier interacción.