Se aproxima una feroz estampida de los palaciegos, porque ya no soportan el tremendo calor que irradia la que está en Palacio.
Algunos imitarán a Pedro (el de la biblia) negando más de cien veces que conocieron o que dieron calor a la arribista mandataria. La misma que por el calor que le prodigaban aquellos que hoy irán desertando a penas se aproximen las elecciones generales.
Hay de todo, doctos aparentemente serios; los adulones no dejarán pasar la ocasión para dejar en el olvido a su “madrina” Muchos se van disfrazando de rectos, cultos, respetuosos de la ley como los juristas que defienden de pura alma benévola, gratuitamente. En ese grupito hay constitucionalistas quienes han pegado el grito de su vida criticando a los que no les parece que la doña se haya ausentado para una cirugía estética como si eso fuera urgente para el país.
Como ven y supongo que ya se dieron cuenta que están oteando el horizonte para ver donde ponen la proa.
Para seguir y no tan rápido, los doctos juristas en primera fila hoy como si fueran miembros de una inseparable portátil dan mucha vergüenza ajena qué manera de amar a la nariz de la doña.
Uno, con barba, se despachó a su gusto defendiendo la nariz operada en un programa dominical. Algo… pretende, espera o está pendiente de atención. Vaya uno a saber.
Pese a la estampida que se viene, la doña sigue indiferente al clamor popular que pide reiteradamente que expectore a los inútiles y faltosos– del Interior y al de educación, principalmente, de urgencia. Luego que deportivamente lo haga con el de la desastrosa garganta y paulatinamente con los otros.
El de Interior se ¿ha vuelto? O viene así de fábrica, soberbio, indolente, mala fe, todo por el abrazo que recibiera de la mandataria. La criminalidad, en su gestión, se ha agigantado. La población trata de cumplir sus obligaciones pero con gran temor de no regresar a sus casas. Sin embargo, la soberbia del que todo lo sabe dice que su “emergencia ha dado resultado. –La culpa es definitivamente de la doña al mantener a un tipo de esa mala entraña en un cargo tan delicado—
El de educación hace rato que debió marchar a la calle por las múltiples ofensas que infiere a la población. De éste no se sabe qué michi hace en esa cartera si todo el día se le ve en la calle o en un set de Tv.
De otro lado, se critica a la doña por su incapacidad para gobernar pero pocos han reparado que es una tigresa firmando resoluciones y decretos leyes que lo hace casi dormida y bajo los efectos de la anestesia—para eso están los juristas que se arrogan funciones de escribanos: es conforme.—Uno dijo que en total de lo firmado son 90 ¡Caracoles que plumero!
Finalmente preguntemos si los que siguen, mejor, obedecen a la Chika pegarán también la estampida o seguirán fieles a ella. Algunos de esas filas temprano han dicho: Ampay, me salvo y se fueron Lizarzaburu seguido de otras mochasueldos.
