Para nadie es un secreto que la verdad es un bien muy preciado para cierta prensa caviar, cuya agenda está enfocada en justificar los “incentivos” que reciben de oenegés, con artículos y líneas editoriales hipotecadas política e ideológicamente a los lineamientos de sus financistas y cuya bandera lucrativa traiciona una y otra vez, a los valores patriotas inherentes a verdaderos peruanos, incapaces de vender sus conciencias y su línea editorial, por un plato de lentejas.
Diego García Sayán, el ex Ministro de Justicia del Gobierno de transición de Valentín Paniagua, que flexibilizó las leyes antiterroristas, facilitando la liberación e indulto de camaradas de Sendero Luminoso y el MRTA, muchos de los cuales tenían cadena perpetua y vieron su condena reducida a veinticinco años, y que habiendo sido elegido como juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el año 2004, fue Presidente de dicha Corte, durante el período comprendido entre los años 2010 y 2014, demostrando durante su gestión, su marcado compromiso con la agenda política promotora de conceder indemnizaciones a terroristas, como fue en el caso de Lori Berenson; política que arroja el resultado de quince casos requeridos por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, para que el Estado peruano les abone como indemnización, la suma de US$ 5.7 Millones de Dólares.
Hoy, consecuente con sus lineamientos comunistas, evidencia su odio visceral a las Fuerzas Armadas y pretende cuestionar los gastos proyectados por el Estado peruano para comprar aviones modernos, a fin de fortalecer la capacidad disuasiva de nuestra defensa nacional, y asimismo, juega como parte del equipo de la estrella solitaria cuyos ojos codiciosos nos miran desde el sur y que actualmente se está armando hasta los dientes, ya que por su crisis hídrica contemplan un posible escenario de guerra contra nuestra patria. Por ello nos preguntamos si la historia se repite como en 1879, donde años antes de la guerra con Chile, estábamos infestados de agentes de inteligencia chilenos y de otros que siendo peruanos, vendieron a su patria como Judas, por unas cuantas monedas. Este es el caso de los caviares como Diego García Sayán, traidores a la patria, que estarían vendiendo su conciencia y su moral, una vez más, a agendas extranjeras de oenegés ideologizadas y a los enemigos del Perú, cuyos planes expansionistas cada vez son más evidentes.
Los patriotas del Perú, conscientes de la importancia de fortalecer el papel de nuestras Fuerzas Armadas en la seguridad y defensa nacional del Perú, apoyamos la compra de aviones de guerra y de todo el material militar necesario para que nuestra fuerza disuasiva sea lo suficientemente capaz de ser efectiva, en caso de que las amenazas a nuestra integridad y soberanía nacional se concreten físicamente, considerando que para los especialistas en inteligencia, ya estamos ante una guerra asimétrica de cuarta generación. Una vez más reiteramos que, sí queremos la paz y por ello, debemos estar firmes y preparados para la guerra.
