En las celebraciones de Año Nuevo en Perú, ambos colores son los más demandados para las cábalas de las festividades
En Perú, como en muchos países, las celebraciones de Año Nuevo se llenan de tradiciones que buscan atraer energías positivas para el nuevo ciclo. Una de las más populares es la elección del color con el que vestir, cada uno con un simbolismo particular que influye en aspectos como el amor, la prosperidad, la salud y la armonía.
El amarillo es uno de los colores más populares, asociado con la suerte, la alegría y la abundancia. Se cree que usarlo atraerá felicidad y éxito en el 2025. El dorado, con su relación con la riqueza, es el color elegido por aquellos que buscan prosperidad económica. Rojo, por su parte, simboliza el amor y la pasión, mientras que el verde está vinculado con la esperanza y la estabilidad financiera, siendo perfecto para quienes desean un crecimiento económico durante el próximo año.
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El blanco, elegido por muchos para transmitir paz y equilibrio, es ideal para quienes buscan serenidad en su vida. Otros colores que ganan popularidad incluyen el morado, relacionado con la espiritualidad y el crecimiento personal, y el naranja, que simboliza energía y vitalidad. El marrón se asocia con la estabilidad laboral y el éxito, mientras que el azul, con su conexión con la serenidad y la confianza, representa la calma emocional.
La elección de estos colores, más que un acto estético, es un ritual que conecta a los peruanos con las energías que desean atraer para el nuevo año, buscando cumplir sus metas y propósitos personales en el 2025.