El país cerró 2024 con récord de eventos deportivos y consolidó su posición como anfitrión de clase mundial gracias a la infraestructura de Legado.
Perú ha marcado un antes y un después en el deporte continental al consolidarse como el anfitrión por excelencia en América. En 2024, el país organizó un total de 177 certámenes deportivos federativos en las modernas sedes gestionadas por el Proyecto Especial Legado, acompañado por 43 eventos internacionales que destacaron por su impecable organización.
Entre los hitos del año sobresalen ocho campeonatos mundiales, incluyendo el Mundial Juvenil de Bowling, el Mundial Sub-17 de Levantamiento de Pesas y los mundiales de Atletismo Sub-20, Natación Artística y Voleibol Femenino U-17, que transformaron a Lima en el epicentro de la actividad deportiva mundial durante agosto. Las competencias se desarrollaron en las sedes de Villa El Salvador y Videna, consideradas las mejores infraestructuras deportivas del continente.
Además, Perú obtuvo una histórica certificación internacional de la Unión Ciclista Internacional (UCI), reconociendo al país como Centro de Alto Rendimiento Mundial para el ciclismo. Este logro permitirá que ciclistas de todo el mundo utilicen instalaciones de primer nivel como el Velódromo y los circuitos de BMX, consolidando al país como un referente para la preparación olímpica.
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El éxito de la infraestructura de Legado ha sido crucial para que Lima vuelva a ser elegida como sede de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos en 2027, marcando un hecho sin precedentes en menos de una década. Neven Ilic, presidente de Panam Sports, elogió la preparación peruana: “Lo que Perú ha hecho es un modelo a seguir para toda América”.
Este impulso también se vio reflejado en los Juegos Bolivarianos Ayacucho 2024, donde Perú lideró el medallero con 114 preseas, reafirmando su compromiso con el deporte y su capacidad de organización.
Con miras a 2025, el desafío es superar los estándares alcanzados en Lima 2019 y afianzar su posición como anfitrión de eventos de talla mundial. Perú continúa demostrando que su infraestructura, experiencia y pasión por el deporte lo convierten en el destino ideal para las grandes competiciones internacionales.
