Especialistas advierten que el nuevo método impuesto al INEI podría politizar la medición de la pobreza y afectar su autonomía.
El reciente Decreto Supremo 014-2024-MIDIS, emitido por el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) bajo la gestión de Julio Demartini, ha generado controversia al modificar la metodología para medir la pobreza multidimensional en el Perú. La nueva normativa obliga al Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) a unificar las 29 dimensiones e indicadores en un único índice, dejando fuera aspectos clave como la anemia, desnutrición infantil y rendimiento escolar.
El economista Javier Herrera Zúñiga, investigador del Instituto Francés de Investigación para el Desarrollo (IRD), alertó sobre las implicancias de este cambio. «Un único índice no puede captar todas las dimensiones de la pobreza, lo que excluye elementos esenciales como la seguridad ciudadana, calidad de servicios básicos y resultados educativos. Estas áreas reflejan los mayores retos de las políticas públicas», enfatizó.
Por su parte, Ernesto Tapia, representante de la Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP), considera que esta medida busca maquillar las cifras para disimular el fracaso gubernamental. “Es una estrategia para ocultar la incapacidad del Gobierno y las falencias del modelo económico, lo cual agrava la desigualdad entre sectores privilegiados y los más vulnerables”, señaló.
Lee también:
Autonomía del INEI bajo amenaza
El Decreto Supremo también ha encendido las alarmas sobre la autonomía técnica del INEI. Según el Decreto Legislativo 604, el INEI es un organismo autónomo que define su metodología de manera independiente. Sin embargo, la nueva normativa establece plazos específicos para publicar resultados, lo que, según Herrera, compromete su independencia. «Es como obligar al INEI a manejar un vehículo con las llantas desinfladas, limitando su capacidad técnica», explicó.
Karla Gaviño, especialista en gestión pública, advirtió sobre el riesgo de politización en este proceso. “El Midis no debería liderar la metodología para medir pobreza, dado su rol en la reducción de la misma. Esto podría influir en el diseño de indicadores y restar objetividad al análisis”, sostuvo.
A la fecha, ni el INEI ni el Ejecutivo han ofrecido declaraciones sobre la norma. La falta de pronunciamiento aumenta la incertidumbre en torno a las consecuencias de esta medida en la medición de la pobreza y la gestión de políticas públicas en el país.